jueves, 5 de marzo de 2009

YO NO ME LLAMO NÚÑEZ





Edmundo Camaná (también conocido como Celestino Ccente), sobreviviente de una masacre senderista en Lucanamarca (Fuente: Caretas, vía Perú Foto Libre)
De todas las masacres cometidas por Sendero Luminoso, la de Lucanamarca es la única que Abimael Guzmán reconoció como decisión suya y solamente suya. Recordemos:

“A fines del ‘82 ingresan las Fuerzas Armadas formando mesnadas… Frente al uso de mesnadas y la acción militar reaccionaria respondimos con una acción: Lucanamarca, ni ellos ni nosotros la olvidamos, claro, porque ahí vieron una respuesta que no se imaginaron, ahí fueron aniquilados más de 80, eso es lo real… fue la propia Dirección Central la que planificó la acción y dispuso las cosas.” (Cita tomada de Pol Pot y Abimael Guzmán, Almas paralelas por César Lévano)
La Comisión de la Verdad y Reconciliación identificó 69 víctimas fatales en Lucanamarca, todas ellas asesinadas por un escuadrón senderista de la muerte con machetes, cuchillos y armas de fuego.
Uno de los sobrevivientes fue Edmundo Camaná, quien fuera, con los vendajes cubriendo sus heridas, fotografiado por Óscar Medrano, fotógrafo de Caretas. La historia de Camaná, como la otros tantos pueblos de la sierra peruana, fue de lucha y resistencia frente al terror impuesto por Sendero Luminoso.

Lo alucinante de todo esto, es que el inefable congresista Edgar Núñez está poniendo en duda tanto la fotografía como sus heridas:
“El congresista Edgar Núñez dijo hoy que se habría producido una supuesta manipulación en el uso de algunas fotografías de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), que constituyen parte de una muestra gráfica sobre la violencia terrorista en las décadas de 1980 y 1990. Durante una sesión de la Comisión de Defensa, que preside el legislador aprista, dijo que la emblemática fotografía que muestra a un campesino con un pañuelo en la cabeza ocultando uno de los ojos, presuntamente no correspondería a una persona que sufrió la pérdida de un ojo. Para fundamentar su afirmación, mostró otra fotografía en la que se aprecia al mismo campesino, con la misma ropa, pero en la que se le ven los dos ojos, uno de los cuales,dijo, se encuentra prácticamente cerrado debido, según Núñez, a un proceso viral ocular.”(Fuente:
Andina)
Mañana el congresista Núñez pondrá en duda el coche bomba de la calle Tarata, la muerte de María Elena Moyano, la de Pascuala Rosado. Abimael Guzmán lo agradece sentidamente.
Al final, si uno lo mira fríamente, los críticos al museo de la memoria y al trabajo que realizó la Comisión de la Verdad y Reconciliación, hacen un gran favor al poner estos temas al debate público.
Fuente: El Blog del Morsa
(El congresista Núñez nos pareció, en algún momento, un tipo serio y responsable. Era cuando defendía la causa de los pueblos de Ica y Pisco luego del sismo del año 2007.
Después comenzamos a sospechar de su estabilidad mental cuando trabajó de actor en un filme financiado por el ejército y que trataba -inútilmente por cierto- de explicar en la óptica militar el fenómeno del terrorismo mediante una especie de telenovela con fulgor andino.
Pero lo de estos últimos días es sencillamente intolerable ya que ha soltado irresponsable y malamente un sarta escandalosa de mentiras que van desde negar lo innegable (como en el caso de las fotografías del hecho) hasta inventar que el destino del dinero designado para la construcción de un Museo de la Memoria es en gran parte para pagar planillas y sueldos de los caviares de las ONGs (lo que no solamente es una falsedad sino que lo inscribe entre los personajes secundarios de la historia universal de la infamia).
No creemos, como el Morsa, que estos temas abran debates. Eso quisiéramos.
La verdad, por lo que leemos y escuchamos, los apristas y los fujimoristas, amén de sus pactos sinvergüenzas, son unos cínicos atorrantes deseosos de tapar el sol con un dedo y que en el intento demuestran, por desgracia, una ignorancia a rajatabla sinceramente lamentable, un fanatismo que los acerca a la mentalidad de Abimael Guzmán y muy poca intención de enmienda.
Es hora de tratar el tema, por respeto a los muertos que no tienen bando, de manera mas correcta y sin tanto exabrupto falaz que nos pone ante los ojos del mundo como un país de salvajes ladrándole a la luna.
¿Que tiene en la cabeza este congresista de cuarta?
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