miércoles, 1 de abril de 2009

TLES PATINES








"No me arrepiento de mi estrategia contra la subversión"
El ex presidente Alberto Fujimori inició su autodefensa – que culminará el viernes – insistiendo en su inocencia en los crímenes de La Cantuta y Barrios Altos que se cometieron en el marco de la lucha contra el terrorismo que aplicó durante su gobierno.
Esta mañana, antes de que asuma su propia defensa ante el tribunal que lo juzga por crímenes de lesa humanidad, el ex presidente Alberto Fujimori fue revisado por un grupo de médicos del Instituto Nacional Penitenciario, que certificó que se encuentra en condiciones de hacer uso de la palabra en la sesión 159 que se inició minutos después de las 09:00 horas.
Luego de unas breves instrucciones del presidente de la Sala Penal Especial de la Corte Suprema, César San Martín, el ex mandatario inició su autodefensa reiterando los argumentos que ya había esgrimido cuando se inció el juicio en su contra por los crímenes de La Cantuta y Barrios Altos, así como de los secuestros en los sótanos de Servicio de Inteligencia del Ejército.
“Estoy fortalecido porque ninguno de esos testigos y esas pruebas (presentadas por la parte acusadora) han podido incriminarme. Y no han podido porque soy inocente”, dijo en el incio de sus alegatos finales que culminarán en la sesión del viernes. Incluso Fujimori se dio tiempo para enviar mensajes políticos a sus seguidores: “Sé que mi legado permanecerá, continuará con mi hija Keiko y por él seguirá luchando mi hijo Kenji”, añadió el ex gobernante de 70 años de edad.
A las 10:00 horas, la Sala dio un receso de media hora, tras lo cual Fujimori retomó la palabra, haciendo un recuento de los motivos que lo llevaron a aplicar durante su gobierno (1990-2000) una política antisubversiva agresiva contra Sendero Luminoso y Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), y enfatizó que no se arrepiente de haberla llevado a cabo, pese a los excesos que se cometieron contra la población civil.
“Yo tracé la línea maestra (de lucha antiterrorismo), involucrándome activamente y buscando el respaldo de la población”, comentó tras acusar a sus antecesores, Fernando Belaunde y Alan García, de “mantener la visión antigua de enfrentamiento a un enemigo convencional, sin norte definido, sin análisis previo, sin involucramiento”.
“Yo no iba a dar órdenes militares, yo iba a ver que la política de pacificación de estuviera cumpliendo”, añadió Fujimori, tratando de limitar sus responsabilidades. “Mi estrategia de pacificación fue la correcta, no me arrepiento de haberla llevado a cabo. Me enorgullezo de haberle devuelto la paz al país”, enfatizó. Su exposición concluyó cerca de las 11:40 horas.
El ex mandatario es acusado de asesinato, lesiones graves y secuestro, delitos por los cuales la Fiscalía ha pedido 30 años de cárcel.
EN LOS EXTERIORES DE LA DIROES. Entre tanto, decenas de simpatizantes de Fujimori, portando banderolas y carteles, tomaron una de las calles en las afueras de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales de la Policía (Diroes) donde se le procesa, para seguir a través de una pantalla gigante la defensa del ex mandatario.
“¡Chino inocente!”, “¡Fujimori acabó con el terrorismo!” y “¡Fuerza Fujimori!”, son algunos de los lemas de los carteles de los fujimoristas, que vestidos con camiseta naranja siguieron atentos las dos horas de la defensa de su líder. Unos 300 simpatizantes llegaron temprano en buses y ocuparon parte de la avenida que conduce al cuartel de la Diroes, según informó la agencia AFP.
DATOS
Aunque tanto los representantes del grupo político que lidera Fujimori como su abogado César Nakazaki han guardado hermetismo respecto de las líneas de defensa que desplegará el acusado, trascendió que este responsabilizaría de los crímenes a su ex asesor Vladimiro Montesinos y al desaparecido Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).
Fujimori terminará su informe de defensa – que él mismo ha redactado, según su abogado – el viernes 3. Luego, el tribunal supremo se tomará una semana para estudiar, debatir y redactar la sentencia, la que se daría a conocer entre el 13 y el 15 de abril.
Un intento bastante burdo por reducir una inexorable sentencia porque el Sr Fujimori ya esta inevitablemente condenado y el mundo vigila este proceso. Aclaremos que la decisión judicial implicará su inhabilitación política vitalicia y una prisión domiciliaria cómoda ya que el sátrapa cumple los 70 años en julio y se acogera a su condición de viejito amanerado y mantequilla.
Al final terminará como cualquier cobarde impune: entre cuatro paredes y rodeado de las inutiles sanguijuelas que tiene como partidarios y de las pesadas rémoras que carga como hijitos pero desahuciado para la conciencia del mundo.
Con el discurso pretendió parecerse al asiático malhablado en sus inentendibles inventarios de veintiocho cuando era presidente, pero no fue mas que una repetida lista de tetudeces en las que su mente -ya quebrada por el tiempo- y la de sus allegados alucinan ver una milagrosa salvación.
Patético para un ladrón con las manos manchadas de sangre.
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