miércoles, 15 de abril de 2009

LOS GOLES DE LUGO







La Iglesia católica paraguaya pide perdón por los "pecados" de Fernando Lugo
Se trata de la primera reacción oficial de la jerarquía eclesiástica sobre la situación que envuelve al presidente paraguayo, quien admitió la paternidad de un niño de dos años
Asunción (EFE). La Iglesia católica de Paraguay pidió hoy perdón por los “pecados” del presidente del país, Fernando Lugo, quien asumió la paternidad de un niño que concibió cuando era obispo, y exhortó a orar “para mantenernos fieles a la misión sacerdotal”.
“Pedimos perdón por los pecados de los miembros de la Iglesia, tanto pastores como fieles”, señaló
un comunicado emitido por el Consejo Episcopal Permanente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) en la primera reacción oficial de la jerarquía eclesiástica sobre la situación que envuelve a Lugo.
Lugo, de 58 años, tramitó hoy el reconocimiento de Guillermo Armindo Carrillo como hijo suyo, fruto de su relación con Viviana Carrillo, de 26, después de asumir públicamente ayer que es el padre del niño, nacido el 4 de mayo de 2007, cuando todavía era obispo emérito de San Pedro (centro), la región más pobre del país, de donde es oriunda la mujer.
“Recurrimos a todos los fieles católicos y a las personas de buena voluntad a orar por nosotros para mantenernos fieles a nuestra misión sacerdotal y episcopal”, indicó el texto leído por el monseñor Claudio Giménez, obispo de la diócesis de Caacupé tras una reunión del Consejo.
El documento subrayó que “como obispos renovamos nuestro compromiso asumido en la ordenación episcopal y pedimos a todos nuestros sacerdotes que lleven a la práctica las promesas recientemente confirmadas en la Misa Crismal, imploramos al espíritu Santo, como Iglesia, la gracia de una profunda purificación”.
“Asimismo, pedimos oraciones por toda la Iglesia católica en el Paraguay para que el sentido de pertenencia a ella, de todos sus fieles, se fundamente cada vez más en el Señor Resucitado, en su vida, en sus palabras en sus obras”, enfatizó el texto eclesial.

Bien por Don Fernando Lugo que ha reconocido su hijo y por la Iglesia que ha pedido oportunas disculpas. Todo bien. La corrección es magnífica.

En cuanto a lo político esperamos que Don Fernando Lugo demuestre en la práctica lo que se suponía en la teoría. Su gobierno no da ningún viso de orientarse hacia el progresismo y pareciera ser otra de las tantas apuestas perdidas del continente.

Hay tiempo de rectificar como en el caso del niño no firmado.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

ESTUPRO EN EL OBISPADO

2009-4-13

Por Luís Agüero Wagner.

Una escabrosa historia de encubrimiento a un farsante acabó en gran parte este lunes de pascuas, cuando el obispo Fernando Lugo reconoció públicamente ante las cámaras de Televisión haber tenido relaciones con una jovencita de 16 años, Viviana Carrillo, en tiempos en que se desempeñaba como Obispo de San Pedro, abrió en Paraguay el debate que ya estaba instalado en otras latitudes: el de los escándalos aberrantes que de un tiempo atrás sacuden a la iglesia católica.


No está demás mencionar que la Iglesia Católica protege a estos delincuentes para defender su propia imagen en lugar de denunciarlos y expulsarlos para defender al resto de ciudadanos. La mayoría de los casos de pedofilia se han intentado resolver internamente, trasladando a los curas pederastas a otras parroquias y hablando con las familias para evitar las denuncias. Lejos está Paraguay de ser un caso aislado en Sudamérica.
Un grave escándalo, de características y dimensiones similares al que estalló hace tres años en Estados Unidos, se instaló recientemente en los altares de la Iglesia Católica de Brasil.. Entre ellos figura el sacerdote Félix Barbosa Carreiro, quien hace unas semanas fue detenido tras ser sorprendido en una orgía de droga y sexo con 4 adolescentes, y que acusó a “otros 12 padres” de incurrir en prácticas similares. Otro caso es del padre Alfieri Eduardo Bompani, de 45 años, quien grababa videos y escribía un diario donde daba cuenta de sus acciones.

El más repulsivo es el caso es el del padre Tarcisio Spricigo, que abusó de varios menores antes de ser arrestado por haber violado un pequeño de sólo cinco años de edad. En los documentos y pruebsa del proceso contra el cura ha sido incluido un diario, que es una especie de “manual de pedofilia”, que incluye consejos como “jamás tener una relación con niños ricos”. El libro de Spricigo, que fue descubierto por casualidad por una monja que lo llevó a la Policía brasileña, también contiene “diez reglas para actuar y quedar impunes”.

“Llueven niños seguros y confiables que son sensuales y que mantienen un total secreto, que sienten la falta del padre y viven sólo con la madre (…) Soy un seductor, seguro y calmo. Basta aplicar las reglas y el chico caerá en mis manos y seremos felices para siempre”, anotó el religioso en su escalofriante“manual”.
La lista de casos de depravados y criminales ocultos bajo las sotanas se antoja interminable: En Chile, el religioso Jaime Low Cabeza, fue detenido por presunto estupro y abuso sexual contra menores. Los abusos que supuestamente afectaron a cinco menores -todos varonesde entre 15 y 17 años- se habrían concretado cuando el religioso se desempeñaba en la pastoral juvenil de la parroquia.

En 2001, el religioso salesiano Carlos Larraín fue acusado de abusos contra una menor de nueve años en la época en que se desempeñaba como director del Colegio María Auxiliadora (entre 1997 y 1999). En abril de 2004, el sacerdote Víctor Hugo Carrera fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Santiago, luego de permanecer tres años como prófugo de la justicia, pues fue acusado de abuso sexual contra un menor en 1999 en Punta Arenas.
Mientras en Paraguay el obispo Fernando Lugo reconoció haber cometido estupro siendo obispo, y niños sordomudos denunciaron haber sido violados por curas en Verona, en México denuncian que existen logias protegen a estos criminales.

El cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera y el arzobispo de Los Angeles, Roger Mahony, habrían encubierto a un sacerdote mexicano acusado de varios casos de abuso sexual contra menores monaguillos bajo el paraguas de esta suerte de Odessa de pedófilos.
La deportación por parte de las autoridades de la Santa Iglesia de Roma, con destino a Paraguay, de varios sacerdotes católicos acusados de haber abusado sexualmente de menores en todas las latitudes del orbe, aumenta las sospechas en cuanto al encubrimiento brindado a estos criminales. No hace mucho que en un ambiente caldeado laicos organizados y fieles católicos del Alto Paraná, a trescientos kilómetros de la capital del pais, denunciaron que en su comunidad se habían refugiado en un seminario los padres Carlos Urrutigoity y Eric Ensey, acusados de abuso sexual en Estados Unidos. Es demasiado casual que estos criminales se hayan refugiado en el Paraguay poco después del triunfo electoral del obispo Fernando Lugo, que se produjo en ancas de algunas de las más reaccionarias fuerzas atávicas de este Paraguay surrealista: el pensamiento mágico, la tradición autoritaria y el machismo con el cual fue denigrada un candidata mujer.
Para concluir esta descripción del Paraguay, podríamos tomar prestadas palabras publicadas en la Jornada de Oriente con la firma de Anamaría Ashwel, y sólo cambiar la palabra México por Paraguay: “una oscurantista alianza masculina, mayormente de políticos y sacerdotes, han regresado el tiempo de México al Virreinato: han legislado para quitarle el derecho a la mujer sobre su cuerpo. Sacerdotes supuestamente célibes, abiertamente misóginos, muchos pedófilos y desconocedores absolutos de la condición fisiológica y social de las mujeres —y encima vestidos con faldas largas— representando valores culturales que para las mujeres caducaron con el Virreinato, apuntalaron el voto de políticos que decidió que las mujeres sólo tienen el derecho a estar preñadas.” LAW