La vergonzosa Ley y sus doctores
La Jauría: la esencia antidemocrática y represiva del reino de España
por Hugo Gomez
Se halla la Unión Europea inmersa en un nuevo proceso electoral de renovación de su institución parlamentaria, en medio de una abismal crisis mundial del capitalismo que la afecta y que ella misma ha contribuido a generar asumiendo y potenciando, en el proceso de construcción de sus instituciones políticas y en la implementación de sus políticas económicas, las recetas del más crudo neoliberalismo. Sus efectos desastrosos no se han dejado esperar, La recesión económica, la destrucción de significativas fuerzas productivas, el paro, la precariedad y el desempleo masivos resultantes, están causando empobrecimiento y sufrimiento inconmensurables a la clase obrera y demás población trabajadora, a las que los responsables del desastre han trasladado tan nefastas consecuencias..
La crisis que ahora soporta la Unión Europea ha puesto de manifiesto la vacuidad de sus instituciones políticas y su debilidad económica de gigante con pies de barro. De esta Unión Europea, proyecto de la burguesía europea de restauración, bajo formas capitalistas, del imperio carolingio. Anciana maquillada, otrora muy desunida y enfrentada, y aún hoy no muy unida, portadora de contradicciones entre sus antiguas potencias, y luchando por resolverlas en un dificultoso marco de “reparto pacífico” de capitales, mercados y zonas de influencia.
Unión Europea, que se debate por permanecer unida y crecer como bloque hemisférico imperial para enfrentar la competencia del todopoderoso imperio norteamericano, del Japón y de las otras potencias asiáticas emergentes. El capitalismo no puede existir sin competir y aniquilar al contrincante “enemigo”.
La unidad de Europa es fruto de la debilidad de sus Estados imperiales frente a la fortaleza económica imperialista de los Estados Unidos de Norteamérica y la necesidad de alterar, en la esfera del la dominación mundial, la correlación de fuerzas que actualmente la desfavorece, lo que no le ha impedido, en el transcurso de su construcción institucional y progresivo fortalecimiento, concertar con aquellos alianzas de todo género, para la defensa de sus mutuos intereses.
Lenin en un magistral escrito del 23 de agosto de 1915, comentando en el órgano “Social Demócrata” la consigna de los “Estados Unidos de Europa”, que estaba debatiéndose en la Conferencia de las Secciones del Partido Obrero Social Demócrata de Rusia en el extranjero, expresaba: “ Pero, si la consigna de los Estados Unidos republicanos de Europa, que se liga al derrocamiento revolucionario de las tres monarquías más reaccionarias de Europa, encabezadas por la rusa, es absolutamente invulnerable como consigna política, queda aún la importantísima cuestión del contenido y las significación económicos de esta consigna. Desde el punto de vista de las condiciones económicas del imperialismo, es decir, de la exportación de capitales y del reparto del mundo por las potencias coloniales “avanzadas” y “civilizadas”, los Estados Unidos de Europa, bajo el capitalismo, son imposibles o son reaccionarios”.
La Unión Europea, aún no conclusa ni consolidada, aparece como expresión de esa posible “posibilidad” de unidad de los Estados europeos. Pero, en todo caso, Unión Europea “reaccionaria”. Lo que equivale a decir, entre otras cosas: promotora, a nivel de cada Estado miembro, o de manera general, de progresivos recortes políticos y sociales de los ciudadanos europeos y amenaza de la libertad y soberanía de las naciones donde alberga intereses “vitales”, así llamados. Representa la unión de los viejos Estados colonialistas junto a otros Estados europeos o aledaños que sueñan con su gratificante participación del botín.
Unión Europea, cuya tendencia imperialista es, “cada día con más relieve”, a “la creación de “Estados-rentistas”, de “Estados-usureros”, cuya burguesía vive cada día más de la exportación del capital y de “cortar el cupón”, en lúcida observación de Lenin sobre una de las tendencias del imperialismo, en su obra: “El Imperialismo fase superior del capitalismo”.
En esta coyuntura de crisis mundial del sistema capitalista, la Unión Europea ha convocado a sus Estados miembros a elecciones en todas sus circunscripciones para la renovación del Parlamento europeo.
En el Parlamento europeo confluyen los más insignes y comprometidos representantes del pensamiento, valores e intereses políticos y económicos de la burguesía imperialista y neocolonialista europea. Es ágora moderna de las castas esclavistas europeas. Lugar donde la burguesía europea, como clase dominante, traza o legitima reformas estratégicas para el máximo rendimiento económico de la explotación asalariada de los trabajadores europeos e inmigrantes, así como pautas de dominio, control y salvaguardia de sus inversiones y pertenencias en el resto del mundo. El Parlamento europeo es lugar donde los Estados imperiales europeos resuelven pacíficamente sus contradicciones surgidas de la competencia económica entre ellos, de los vaivenes del mercado mundial incontrolable y de la pugna por expandir y preservar mundialmente sus proclamados “intereses vitales”.
En su seno no ha habido nunca espacio ni oportunidad para la expresión del pensamiento y los intereses vitales de la clase obrera y los trabajadores de la Europa comunitaria.
En esta coyuntura de la crisis mundial del capitalismo, todas las instituciones de la Unión Europea, comprendido su Parlamento, están dedicados a elaborar afanosamente sórdidos mecanismos para subvertir la crisis, descargándola sobre las espaldas de los millones de trabajadores europeos e inmigrantes..
Cientos de miles de obreros y trabajadores en España y Europa comunitaria han sido y son ahora movilizados en elecciones europeas en apoyo a los partidos políticos de la burguesía europea, haciendo que por los votos a sus enemigos estratégicos, cobren éstos legitimidad y capacidad jurídica para proponer, aprobar o impulsar sin cortapisas las más leoninas legislaciones antiobreras y contrarias a los derechos de los inmigrantes, en todos los países miembros de la Unión..
En este contexto electoral europeo, de predominio burgués-imperialista, presidido tanto por una crisis económica del capitalismo sin precedentes en su magnitud, como por una agresiva amenaza de “reforma estructural” de las relaciones laborales y la sanidad pública, aparece la candidatura de “Iniciativa Internacionalista- La solidaridad entre los Pueblos”, más que como una plataforma electoral, como un instrumento para ganar espacio político la clase obrera y el pueblo español; como una iniciativa y consigna de organización de la rebeldía obrera y popular españolas frente a la Europa del Capital militarista e intervensionista; contra sus prácticas de injusticia social, de supresión de las libertades democráticas, de discriminación de género, de supresión de los derechos políticos incluido el de la libre determinación de los pueblos de España.
La candidatura democrática de Iniciativa Internacionalista-La Solidaridad entre los Pueblos acaba de ser ilegalizada por la Sala Especial del Tribunal Supremo, por aplicación de la inicua y vergonzosa Ley Orgánica de los Partidos políticos, con la salvedad del voto de algunos Magistrados independientes.
Finalmente, tras el asedio de la jauría gubernativa, policial y mediática, la candidatura de Iniciativa Internacionalista- La Solidaridad entre los Pueblos ha sido yugulada por los “doctores de la ley”, pontífices fariseos de la legalidad burguesa española, consumándose así la esencia antidemocrática y represiva del la monarquía, del Estado, del Gobierno, en suma, del reino de España. Toda protesta ante esta iniquidad se queda corta.
Se puede reproducir sin limitación alguna, sin más que citar al autor y a inSurGente.
La crisis que ahora soporta la Unión Europea ha puesto de manifiesto la vacuidad de sus instituciones políticas y su debilidad económica de gigante con pies de barro. De esta Unión Europea, proyecto de la burguesía europea de restauración, bajo formas capitalistas, del imperio carolingio. Anciana maquillada, otrora muy desunida y enfrentada, y aún hoy no muy unida, portadora de contradicciones entre sus antiguas potencias, y luchando por resolverlas en un dificultoso marco de “reparto pacífico” de capitales, mercados y zonas de influencia.
Unión Europea, que se debate por permanecer unida y crecer como bloque hemisférico imperial para enfrentar la competencia del todopoderoso imperio norteamericano, del Japón y de las otras potencias asiáticas emergentes. El capitalismo no puede existir sin competir y aniquilar al contrincante “enemigo”.
La unidad de Europa es fruto de la debilidad de sus Estados imperiales frente a la fortaleza económica imperialista de los Estados Unidos de Norteamérica y la necesidad de alterar, en la esfera del la dominación mundial, la correlación de fuerzas que actualmente la desfavorece, lo que no le ha impedido, en el transcurso de su construcción institucional y progresivo fortalecimiento, concertar con aquellos alianzas de todo género, para la defensa de sus mutuos intereses.
Lenin en un magistral escrito del 23 de agosto de 1915, comentando en el órgano “Social Demócrata” la consigna de los “Estados Unidos de Europa”, que estaba debatiéndose en la Conferencia de las Secciones del Partido Obrero Social Demócrata de Rusia en el extranjero, expresaba: “ Pero, si la consigna de los Estados Unidos republicanos de Europa, que se liga al derrocamiento revolucionario de las tres monarquías más reaccionarias de Europa, encabezadas por la rusa, es absolutamente invulnerable como consigna política, queda aún la importantísima cuestión del contenido y las significación económicos de esta consigna. Desde el punto de vista de las condiciones económicas del imperialismo, es decir, de la exportación de capitales y del reparto del mundo por las potencias coloniales “avanzadas” y “civilizadas”, los Estados Unidos de Europa, bajo el capitalismo, son imposibles o son reaccionarios”.
La Unión Europea, aún no conclusa ni consolidada, aparece como expresión de esa posible “posibilidad” de unidad de los Estados europeos. Pero, en todo caso, Unión Europea “reaccionaria”. Lo que equivale a decir, entre otras cosas: promotora, a nivel de cada Estado miembro, o de manera general, de progresivos recortes políticos y sociales de los ciudadanos europeos y amenaza de la libertad y soberanía de las naciones donde alberga intereses “vitales”, así llamados. Representa la unión de los viejos Estados colonialistas junto a otros Estados europeos o aledaños que sueñan con su gratificante participación del botín.
Unión Europea, cuya tendencia imperialista es, “cada día con más relieve”, a “la creación de “Estados-rentistas”, de “Estados-usureros”, cuya burguesía vive cada día más de la exportación del capital y de “cortar el cupón”, en lúcida observación de Lenin sobre una de las tendencias del imperialismo, en su obra: “El Imperialismo fase superior del capitalismo”.
En esta coyuntura de crisis mundial del sistema capitalista, la Unión Europea ha convocado a sus Estados miembros a elecciones en todas sus circunscripciones para la renovación del Parlamento europeo.
En el Parlamento europeo confluyen los más insignes y comprometidos representantes del pensamiento, valores e intereses políticos y económicos de la burguesía imperialista y neocolonialista europea. Es ágora moderna de las castas esclavistas europeas. Lugar donde la burguesía europea, como clase dominante, traza o legitima reformas estratégicas para el máximo rendimiento económico de la explotación asalariada de los trabajadores europeos e inmigrantes, así como pautas de dominio, control y salvaguardia de sus inversiones y pertenencias en el resto del mundo. El Parlamento europeo es lugar donde los Estados imperiales europeos resuelven pacíficamente sus contradicciones surgidas de la competencia económica entre ellos, de los vaivenes del mercado mundial incontrolable y de la pugna por expandir y preservar mundialmente sus proclamados “intereses vitales”.
En su seno no ha habido nunca espacio ni oportunidad para la expresión del pensamiento y los intereses vitales de la clase obrera y los trabajadores de la Europa comunitaria.
En esta coyuntura de la crisis mundial del capitalismo, todas las instituciones de la Unión Europea, comprendido su Parlamento, están dedicados a elaborar afanosamente sórdidos mecanismos para subvertir la crisis, descargándola sobre las espaldas de los millones de trabajadores europeos e inmigrantes..
Cientos de miles de obreros y trabajadores en España y Europa comunitaria han sido y son ahora movilizados en elecciones europeas en apoyo a los partidos políticos de la burguesía europea, haciendo que por los votos a sus enemigos estratégicos, cobren éstos legitimidad y capacidad jurídica para proponer, aprobar o impulsar sin cortapisas las más leoninas legislaciones antiobreras y contrarias a los derechos de los inmigrantes, en todos los países miembros de la Unión..
En este contexto electoral europeo, de predominio burgués-imperialista, presidido tanto por una crisis económica del capitalismo sin precedentes en su magnitud, como por una agresiva amenaza de “reforma estructural” de las relaciones laborales y la sanidad pública, aparece la candidatura de “Iniciativa Internacionalista- La solidaridad entre los Pueblos”, más que como una plataforma electoral, como un instrumento para ganar espacio político la clase obrera y el pueblo español; como una iniciativa y consigna de organización de la rebeldía obrera y popular españolas frente a la Europa del Capital militarista e intervensionista; contra sus prácticas de injusticia social, de supresión de las libertades democráticas, de discriminación de género, de supresión de los derechos políticos incluido el de la libre determinación de los pueblos de España.
La candidatura democrática de Iniciativa Internacionalista-La Solidaridad entre los Pueblos acaba de ser ilegalizada por la Sala Especial del Tribunal Supremo, por aplicación de la inicua y vergonzosa Ley Orgánica de los Partidos políticos, con la salvedad del voto de algunos Magistrados independientes.
Finalmente, tras el asedio de la jauría gubernativa, policial y mediática, la candidatura de Iniciativa Internacionalista- La Solidaridad entre los Pueblos ha sido yugulada por los “doctores de la ley”, pontífices fariseos de la legalidad burguesa española, consumándose así la esencia antidemocrática y represiva del la monarquía, del Estado, del Gobierno, en suma, del reino de España. Toda protesta ante esta iniquidad se queda corta.
Se puede reproducir sin limitación alguna, sin más que citar al autor y a inSurGente.
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