sábado, 30 de mayo de 2009

SOBRE LOS MACARRAS DE LA MORAL (TRES COLUMNAS IMPRESCINDIBLES)




Una bancada en el banquillo
por César Lévano
Aparte de mostrar un nivel intelectual que despierta nostalgias de los días en que en el Congreso había personajes de la talla de Luis Alberto Sánchez y Manuel Seoane, la Célula Parlamentaria Aprista de hoy se esfuerza por eludir debates. El miércoles, para no discutir la derogación del Decreto Legislativo 1090, armó un escándalo en torno a palabras del congresista nacionalista Werner Cabrera, quien afirmó, con razón, que los decretos en debate sólo servirán para la corrupción de gente como García y Del Castillo. Javier Velásquez fingió una furia desenfrenada para exigir que Cabrera retirara sus palabras. Cumplido esto, pasó a demandar que ofreciera también disculpas por el insulto proferido contra García.
Se planteó así un sofisma envuelto en una interrogación: ¿encerraban aquellas palabras un insulto? Si era así, el insulto había sido ya retirado. Lo que buscaba la bancada aprista era un pretexto para suspender la sesión y dilatar el debate sobre los Decretos Legislativos. En verdad, la presidencia del Congreso es ejercida hoy por un personaje que exhibe la violencia agresiva de un búfalo de barrio.
El espectáculo que promovió contra Cabrera añade una cuota de torpeza a una bancada ya abrumadoramente desacreditada. Lo cierto es que el gobierno aprista y su condigna bancada están esforzándose, con éxito, para desacreditar los órganos de la democracia representativa.
La bancada del Apra destaca por amparar corruptelas, ilegalidades y abusos. No por azar consigue para eso el voto favorable de Unidad Nacional y del fujimorismo.
Todas las encuestas de opinión desaprueban de modo aplastante al Parlamento que tenemos. Su presidente, Javier Velásquez, encabeza la repulsa.
Actitudes como la que comentamos quitan legitimidad al Poder Legislativo, esa caja de resonancia del Ejecutivo.
Ningún debate sobre los grandes problemas nacionales tiene como escenario ese recinto que, en los días de la Constituyente de 1931 o en el debate sobre el petróleo, en los años 60 del siglo pasado, electrizó al país, mediante doctrinas, ideas y proyectos, no maniobras sin talento. Pero el irrespeto y el sectarismo de la bancada no sólo se dirigen contra el país y contra la oposición. Disparan también contra sus propios secuaces.
Lo ocurrido ayer con Yehude Simon sí tiene nombre: se llama desprecio. Abandonaron al personaje cuando exponía su Plan VRAE. Cierto, éste es más de lo mismo; pero eso hay que decirlo, y proponer alternativas. Para justificar su ausencia, la bancada aprista ha acudido a explicaciones pueriles: salieron “para estirar las piernas”, para almorzar (¿con las piernas estiradas?) y para ver por TV al presidente de su Consejo de Ministros.
Simon ha amenazado con dar un paso al costado. Después de haber dado muchos pasos atrás.

Citas bíblicas como música de fondo
por Guillermo Giacosa
Cuando se habla de Irán, se evoca su fanatismo religioso y se le acusa de cualquier cosa que pueda pasar en ese momento por la cabeza de su eventual acusador. No se es, como en otros tantos campos, mínimamente objetivo. La receta estadounidense para fabricar enemigos subraya la necesidad de una cocción permanente. Es decir, no dar nunca por logrado el objetivo y seguir sumando acusaciones o recordando las antiguas. Esa conducta es exactamente la contraria a la que practican con sus aliados, a quienes no solo les perdonan sus errores sino, también, como a Israel, sus horrores. De estos últimos, quiero citar uno que me ha escarapelado el cuerpo, casi tanto como aquella foto de niñitos hebreos poniendo mensajes en los misiles que caerían sobre Gaza (que pasó como una foto más).
Las palabras fueron pronunciadas por uno de los asesores del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y estaban destinadas a identificar a Amalek con Irán. Dicen así: “Piensen en Amalek” (un pueblo que odiaba a los judíos y a lo que el judaísmo representaba). La Biblia dice que los amalecitas eran enemigos dedicados del pueblo judío. En 1 Samuel 15, Dios dice: “Así que ve y ataca a los amalecitas ahora mismo. Destruye por completo todo lo que les pertenezca; no les tengas compasión. Mátalos a todos, hombres y mujeres, niños y recién nacidos, toros y ovejas, camellos y asnos”.
Más allá de la condena que merecerían estas citas bíblicas, que se usan como música de fondo para cualquier amenaza, y de la necesidad de una visión más crítica de estos excesos coléricos de Jehová, ¿imaginan si algún dirigente iraní, sirio o palestino se hubiese permitido recordar esta cita bíblica con referencia a alguno de sus enemigos?
Los denuestos que hubiesen llovido sobre él, su pueblo y su cultura habrían sido colosales. La prensa occidental nos habría dicho que por fin apareció la entraña auténtica de esos gobernantes, y no se habrían privado de recordar a Hitler y a algunos otros espantos del bestiario humano. Y la verdad es que yo también, excluyendo al pueblo y la cultura a la que pertenece quien lo expresó, habría dicho lo mismo. No cabría en mí de horror, al igual que no quepo en la actualidad en el mismo sitio por el doble horror de leer lo que leí y por saber que nuestros adalides de la libertad lo han dejado pasar como si de una frase banal se tratara.
¿A qué cultura pertenecemos? ¿A la que solo condena lo que dicen quienes no participan de nuestras convicciones o a la que condena, por igual, todo hecho que sabotea los valores en los que afirmamos creer?
Personalmente, me niego a alinearme, a pesar de la comodidad que ella promete, en la primera opción. Mi espejo no me lo permitiría. Es, en verdad, la más sencilla, la más fácil, y hasta quizá permita que se te muestre como un ciudadano confiable y la vida cotidiana se te haga más llevadera.
Pero tú dejas de ser tú para convertirte en un apéndice más de los intereses que ahogan lo que hay de promesa humana en nosotros.



Amenaza es la palabra clave
por César Hildebrandt

Corea del Norte es el mal –dicen
Y es probable que tengan razón.
A condición, claro, de que no nos digan que ellos son el bien.
Porque si Corea del Norte es el mal porque quiere tener una bomba atómica, ¿qué son ellos, que ya lanzaron dos sobre ciudades pobladas?
Estados Unidos tiene 6,000 cabezas nucleares montadas en dispositivos de largo alcance. Esos son los límites del tratado Start, vigente hasta diciembre del 2009.
Seamos específicos: Estados Unidos cuenta con 534 cohetes balísticos intercontinentales que saldrían, en caso de guerra, de silos terrestres y 432 que podrían ser expulsados por submarinos nucleares colocados en todos los mares del mundo. Cada uno de esos cohetes posee ojivas múltiples, de allí la ganancia exponencial de su poderío (capaz de alcanzar, con un solo disparo, varios blancos a la vez).
Aparte de su fuerza balística, Estados Unidos posee bombas atómicas tradicionales, 20 veces más poderosas que las estalladas sobre Hiroshima y Nagasaki, puestas en unos doscientos aviones bombarderos de alcance también intercontinental. Veinte de esos aviones corresponden al modelo B-2, invisible, por ejemplo, para el sistema de radar que actualmente asiste a las fuerzas de la Federación Rusa.
En resumen, Estados Unidos podría borrar a la humanidad de la faz de la tierra si un George Bush o un Dick Cheney lo consideraran “imprescindible para garantizar la seguridad de los Estados Unidos”.
Para la derecha mundial que apresa y mata clandestinamente, que justifica la tortura y que codicia las fuentes de energía en nombre de su predominio mundial, un planeta posnuclear donde quedara la mitad de los Estados Unidos y ningún enemigo a la vista no sería el peor de los mundos.
Para la lógica de esa gente está muy mal que Corea del Norte quiera tener una docena de bombas atómicas.
No está mal, sin embargo, que Pakistán tenga cien bombas atómicas y que su archirrival, la India, se haya hecho con un arsenal de 200 artefactos nucleares.
No está mal que Israel posea entre 150 y 200 bombas capaces de desaparecer varias veces el Medio Oriente. Ni está mal que el actual canciller israelí, Avigdor Lieberman, haya dicho en plena campaña electoral que Israel debería de emplear el arma nuclear en contra de Hamas en la Franja de Gaza.
Lo que está mal es que Corea del Norte quiera armarse o que Irán, remotamente, aspire a hacerse con lo que se considera, en un mundo corrompido por el uso de la fuerza, la única arma capaz de disuadir.
-Corea del Norte es una amenaza para el mundo –se atreven a decir.
¿Un país más pequeño que Carolina del Sur o el estado de Maine es una amenaza mundial?
Bueno, también los Reagan dijeron que Granada, una isla de 378 kilómetros cuadrados, era un peligro para América. Y por eso instigaron el asesinato de Maurice Bishop, su primer ministro, e invadieron el diminuto territorio dos días después de cometido el crimen (octubre de 1983).
También Chile fue, en su momento, una amenaza mundial. Y lo fue Cuba, por supuesto.
Y lo será todo país que no se someta a la dictadura mediática de los Estados Unidos.
La palabra clave es “amenaza”.
Lo que no se explica es sobre qué se yergue esa supuesta amenaza.
Esa omisión es explicable.
Aunque los políticos estadounidenses suelen amar la vulgaridad todavía no les es posible un sinceramiento absoluto respecto de su agenda y sus propósitos. No pueden decir, por ejemplo, que Corea del Norte tiene que ser castigada, militarmente inclusive, porque no acepta el orden mundial imperial.
Sí, ya sé: el régimen de Corea del Norte es impresentable, su dinastía parece feudal y la miseria en la que vive su pueblo surge del capricho autárquico de sus dirigentes.
Siendo todo eso cierto, una pregunta se resiste a callar: ¿Qué autoridad moral tienen los Estados Unidos y sus aliados europeos para hablar de un orden mundial amenazado? ¿De qué orden mundial pueden hablar los cínicos?
Nadie ha destruido con más eficacia lo que quedaba de orden mundial que la política exterior de los Estados Unidos (incluyendo la del débil Obama). Nada ha contribuido con más entusiasmo a la separación definitiva de la ética y la política que la Europa de los Berlusconi, los Aznar y los Chirac.
De modo que, sí, en efecto, Corea es un país en tinieblas, pero ¿qué son los Estados Unidos negándose a firmar el Protocolo de Kyoto, huyendo de la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional, adoptando las políticas carcelarias de cualquier satrapía asiática, acarreando las municiones que se usaron para la masacre de Gaza?¿Serán, acaso, el país de la luz?
Lo más divertido de todo esto es el baile de los pobres diablos latinoamericanos repitiendo en la ONU, como si de un salmo se tratara, las paporretas estadounidenses sobre las “nuevas amenazas”.
Lo que sí es cierto es que Estados Unidos no es una amenaza.
Es una realidad vigente y aplastante.
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viernes, 29 de mayo de 2009

VARGUITAS, TODO UN DARTH VADER


El mal menor
por Raul Wiener

Vargas Llosa levantó, en 1990, la promesa de llevar a García a la cárcel si los votos del país lo colocaban en Palacio. Ya se sabe que García usó el poder que tienen los presidentes en ejercicio, y Varguitas se quedó con los crespos hechos y nunca llegó a ponerse la banda presidencial y quien lo hizo en su reemplazo fue Fujimori.
Por ese motivo, el escritor vivió por lo menos una década atravesado por el odio a dos grandes enemigos. Y el 2001 no dudó que Toledo era su indudable candidato frente al mal mayor, Alan García. Pero la historia tiende emboscadas y, en la segunda vuelta del 2006, don Mario se encontró en la disyuntiva: o el mismo García al que quería encarcelar por corrupto e irresponsable, o un Humala que representaba grosso modo la nueva corriente de izquierda en América Latina y de alguna manera los lazos con el chavismo, y que, en cualquier escenario, encarnaría el “mal mayor”.
Hasta la primera vuelta esta situación de espanto era descrita como una decisión entre el cáncer y el Sida. Pero el día mismo de la votación que descartó a Lourdes Flores, ya estaba resuelto que no había un gramo de duda en el voto por García. Toda la derecha unida habló de mal menor, de narices tapadas, y Aldo M matizó la sensación de suicidio con la fórmula “no se trata de un cáncer sino de una diabetes”, con la que se puede vivir. Y así surgió, del peor escenario para todos nosotros, recuerdan ahora Aldo M y su gente, el mejor gobierno que podíamos haber esperado para nuestros intereses. Tanto que Alditus se mudó a Palacio para sus tertulias nocturnas y el escribidor hizo las paces públicas con su ex enemigo y no lo criticó tampoco cuando se jactó de su poder de manipular elecciones. Y como compensación recibió la presidencia de la Comisión para un Museo de la Memoria. Ahora Vargas Llosa ha sido encarado por una nueva hipótesis indeseable: ¿Y si la segunda vuelta es entre Keiko y Ollanta? Noooo… ha contestado Mario, no puede ser, los peruanos no pueden darnos el disgusto de tener que votar entre el cáncer terminal y el Sida, entre la “peor corrupción de nuestra historia” y el chavismo.
Y Aldo M, que algo por fin aprendió, ha puesto el parche antes del chupo. Si bien Castañeda, Lourdes y Toledo, son un “mal menor” frente a la gordita y el comandante; que funcionen va a depender que sepan vender obras, apropiarse del centro y aprendan “algo de demagogia” (prometer lo que no se va a dar como Alan García, en vez de hablar de Popper en una plaza puneña, como hizo Vargas Llosa). Pero, si no pueden, las fichas cambian de sitio y entonces Keiko será el mal menor ante el nacionalista radical que no controlamos. Fácil.
Es la traducción política de la doctrina “seré liberal pero no cojudo” (ahora que gaste el Estado para salvar a los privados) y convertida en “seré de la derecha ilustrada pero no cojuda”, y si hay que volver a irnos con la familia Fujimori no dudaremos un minuto.
El tema es cuánto demorará Varguitas para abrazarse con su segundo enemigo y declarar a la prensa que lo que dijo antes son esas pasiones que se vierten en las elecciones.

Vargas Llosa en Caracas
por César Hildebrandt

Escuchar a Mario Vargas Llosa decir simplezas solemnes como las que acaba de decir en Caracas es como volver a los tiempos de la guerra fría.
Según Vargas Llosa el mundo se divide, pobremente, entre los que piensan como él (o sea los buenos) y los que piensan distinto (o sea los peligrosos).
Ahora bien, hay varios tipos de peligrosos. Están los peligrosos arqueológicos, que son los comunistas, y los peligrosos inofensivos, que son los socialdemócratas.
Sin embargo, para el pensamiento catatónico de don Mario hay un tercer tipo de peligrosos y estos son los peligrosos-peligrosos.
Los peligrosos-peligrosos son los que no han pasado por el comunismo ni han militado en la socialdemocracia y ni siquiera han querido participar de la política (candidateando a una presidencia, por ejemplo). Pero esos peligrosos-peligrosos son los que piensan por su cuenta, los que el sistema no engríe sino hostiliza, los que las corporaciones no financian sino tratan de enlodar. Son, en suma, los intelectuales, esa categoría a la que perteneció, brillantemente, Mario Vargas Llosa.
Porque Mario fue el entusiasta castrista de los años 60, el autor de aquel discurso inolvidable leído al recibir el premio Rómulo Gallegos, el gran novelista que nos restregó la imagen del joven Javier Heraud muriendo en la selva.
Y no fue intelectual porque fuera de izquierda. Lo fue porque pensaba libremente y era soberano de su percepción.
Y como era un intelectual comprometido con la verdad y no con los dogmas, Vargas Llosa se fue distanciando de la revolución cubana a medida que la revolución cubana se fue haciendo hangar soviético y sucursal estalinista.
Fue más intelectual que nunca cuando, en 1968, se apartó para siempre de cualquier incondicionalidad censurando la salvaje invasión del llamado Pacto de Varsovia a tierras checoslovacas. Como se sabe, la URSS ejecutó ese zarpazo para impedir que Alexander Dubcek “suavizara” la dictadura checa y diera con ello el mal ejemplo que podía prender.
Quien escribe tenía 20 años cuando los tanques rusos entraron a Checoslovaquia. Todavía recuerdo la furia de los muchachos y muchachas que se enfrentaron, en las imágenes en blanco y negro de la época, a los blindados que tenían como misión aplastar “la primavera de Praga”. Recuerdo esa furia checa y eslovaca y recuerdo la mía, limpia como un relámpago: ¿Para esto se hacían las revoluciones? ¿Para aplastarlas con la soldadesca?
Mario siguió dando ejemplo de autonomía cuando, en 1971, rompió abiertamente con lo que quedaba de aquella original revolución barbuda liderada por Fidel.
Yo trabajaba en “Caretas” y recuerdo haberlo entrevistado por teléfono (de Lima a París) sobre el caso del poeta Heberto Padilla, obligado por Castro y sus secuaces a demolerse en público y a vomitar una confesión que parecía salida de los juicios de Moscú de los años 30.
Pero pasaron los años y Mario dejó de ser el hombre libre que vagaba por el mundo a su entender, el escritor que decía verdades de a puño, el intelectual distanciado del dinero y de los proveedores del poder.
Romper con el comunismo había sido una exigencia de la libertad. Transar con el establecimiento fue una interpretación de estirpe mexicana de la tarea del intelectual (aunque Octavio Paz, por ejemplo, se contaminó bastante menos con la telaraña del PRI).
Curiosamente, cuando Mario se amistó con el orden establecido por las corporaciones y perdió ese malestar que lo hacía escribir deicidamente para sustituir el mundo, fue, al mismo tiempo, cuando de su inmenso talento empezaron a salir los divertimentos editoriales y las performances que tanto alegraron a su nuevo y creciente público. Las risas producidas por “Pantaleón y las visitadoras” empezaron a cundir entre los que cortaban el jamón.
Su último gran libro genial (y brotado del desasosiego) fue “Conversación en la catedral”. A partir de allí, un Mario integrado al sistema global del poder decidió que pelear en contra de esa energía oscura no era sólo inútil sino también agotador y hasta suicida. Entre Chomsky y Camus, Vargas Llosa eligió a Gore Vidal y sus objeciones secundarias.
Escucharlo ahora, en plena crisis mundial, decir que el liberalismo sólo trae abundancia y justicia y que los países que han seguido esa receta son y serán los más prósperos (¿verdad Irlanda, no es cierto España, te acuerdas Islandia?) es como escuchar a un señor que tiene el físico de Vargas Llosa, el pasaporte de Vargas Llosa, el habla cantarina de Vargas Llosa pero que, de algún modo, usurpa al escritor, difama al combatiente libertario y anima y reconforta a sus enemigos.
Ir a Venezuela en estos días y redundar en las críticas que el caudillo procaz de esas tierras merece está muy bien, siempre y cuando no se vaya como plenipotenciario de aquellos valores que permitieron la criminal hegemonía invasiva de los Estados Unidos en América Latina. Censurar a Chávez y olvidar a Arbenz (y a Bosch y a Panamá y a Granada y al bloqueo cubano) no es lo que se espera de un hombre decente como Vargas Llosa.
Escuchar a Vargas Llosa como propagandista del capitalismo realmente existente produce, en suma, un agudo ataque de melancolía.
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jueves, 28 de mayo de 2009

LA SUMA DE TODOS LOS MIEDOS (CAGAZO GENERAL)





Realizado con orgullo y motivado por el miedo
El segundo ensayo nuclear de Corea del Norte
Manuel Garcia, Jr.
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

El Servicio Geológico de EE.UU. detectó un evento sísmico de magnitud 4,7 a las 00.54 tiempo medio de Greenwich el 26 de mayo en Hwaderi, cerca de la ciudad de Kilju en la provincia Harnkyung del Norte en la República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte, RDPC) a 10 kilómetros bajo la superficie. La naturaleza de las señales sísmicas indicó que es la segunda prueba nuclear realizada por la RDPC, y que el rendimiento del artefacto fue entre 10 kT y 20 kT, (kT – kilotoneladas de poder explosivo de TNT, 1 kT = 4.184 x 10 elevado a la potencia de 12 Joules). La bomba de Hiroshima tuvo 13 kT y la de Nagasaki 21 kT. La RDPC también realizó tres ensayos de misiles de corto alcance el mismo día, unas pocas horas después de su detonación nuclear.
El último párrafo resume los hechos públicamente disponibles sobre el ensayo nuclear número 2 de la RDPC (vea notas 1 y 2 para informes noticiosos). El
comentario sobre el significado de este ensayo fue escrito en realidad hace 3 años, con ocasión del ensayo nuclear número 1 de la RDPC el 9 de octubre de 2006 (vea notas 3 y 4).
Mi comentario de 2006 todavía vale porque ni los objetivos políticos de EE.UU. y de las potencias nucleares del Consejo de Seguridad, ni los temores de la dirigencia de la RDPC han cambiado desde 2006. En los términos más simples, el capitalismo mundial bajo la dirección de EE.UU. quiere que los norcoreanos desmantelen su Estado, la RDPC, e integren su economía y su fuerza laboral a las de una expandida República de Corea (Corea del Sur) de manera similar a la disolución del Estado comunista alemán oriental (República Democrática Alemana, 7 de octubre de 1949 al 3 de octubre de 1990). La política exterior de la RDPC, de la cual forman parte sus armas nucleares y sus programas de misiles balísticos, se orientan a combatir la amenaza existencial a la elite gobernante de la RDPC.
Primero, consideremos algunos de los aspectos físicos del ensayo No. 2 de la RDPC.
Un rendimiento de hasta 20 kT es claramente un “éxito” e indica la verificación de un diseño de un sistema de implosión (descontando la posibilidad de un ensamblaje de tipo cañón como en la bomba de Hiroshima). Supongo, pero no lo sé, que esta bomba es un artefacto experimental que no es ni suficientemente compacto ni liviano, ni suficientemente robusto, para ajustarse a las limitaciones de carga y de espacio del delgado cuerpo de un misil, y para resistir las fuerzas de aceleración necesarias para la ojiva nuclear de un misil balístico. Cualquier programa orientado a ese objetivo requerirá otro ensayo (¿tal vez en unos tres años?) de un embalaje militarizado del “pit” (el centro nuclear y su embalaje de altos explosivos) probado hoy.
La sorprendente profundidad del entierro a 10 km probablemente asegure la contención total de la radioactividad del ensayo de la RDPC. Las pruebas subterráneas de EE.UU. se ubicaban a menudo a entre 0,3 km y 0,5 km. Por la rápida atenuación de las partes de alta frecuencia de una señal eléctrica con su desplazamiento por un cable, el programa nuclear de EE.UU. diseñó sus tests subterráneos con la mínima profundidad necesaria para asegurar la contención, a fin de tener la máxima fidelidad posible de los sistemas de detección y registro que transmitían y almacenaban datos experimentales de sensores cercanos al artefacto. La optimización de la profundidad para lograr fidelidad de las señales requería un acomodamiento sofisticado de obturadores y relleno para sellar el túnel de emplazamiento. Me pregunto si el programa de ensayos de la RDPC se da por satisfecho con simples datos de baja fidelidad (el más simple es la sensación de un terremoto artificial), o si tiene una alcoba subterránea con equipos de grabación de alta fidelidad en una caverna cercana al punto de detonación. Puede ser que la RDPC haya querido evitar el espionaje por satélites de inteligencia de EE.UU., por lo que enterró toda la operación de ensayo. También es posible desacoplar parcialmente de la tierra circundante la fuerza de una explosión enterrada, colocando la bomba en el centro de una cavidad mayor; esto transmitirá una señal sísmica más débil, y podría engañar las mediciones de rendimiento de potencias extranjeras.
Evidentemente, los científicos del programa nuclear de la RDPC evaluaron los datos de su ensayo de octubre de 2006, hicieron nuevos cálculos, indudablemente construyeron nuevos sistemas para pruebas hidrodinámicas (perfeccionando la dinámica de la implosión de metal pesado impulsada por altos explosivos químicos), y se decidieron por un diseño que produjo un rendimiento considerable. Es igualmente obvio que desde 2006 su programa de materiales nucleares pudo producir suficiente material fisible de grado de armas para por lo menos un nuevo artefacto (tal vez 10 kg), y probablemente varias veces esa cantidad.
En general, es evidente que ahora la RDPC es un miembro hecho y derecho del club de las armas nucleares. La reacción más honesta del Consejo de Seguridad de la ONU, y de las principales potencias mundiales sería decir: “¡felicitaciones!”
Ahora, especulemos sobre las consecuencias políticas.
La RDPC ha hecho la declaración más clara posible de que la mejor defensa contra la dominación por potencias superiores es el armamento nuclear. El mayor cuidado con el que EE.UU. y las potencias nucleares del Consejo de Seguridad tratan a la RDPC confirma ese argumento. Al considerar las situaciones de Palestina, Iraq e Irán, la mayor parte del resto del mundo tendrá que admitir la validez del argumento.
La política de EE.UU. es alentar a otras naciones a acatar los términos del Tratado de No Proliferación Nuclear – y renunciar a armas nucleares – mientras dicho país se exceptúa de él; esencialmente “desármense para que podamos gobernar con más facilidad.” La posición de la RDPC es un rechazo de la política de EE.UU., y un cáustico ejemplo de rebelión que apela al resto del mundo.
Otro aspecto de la política de armas nucleares de la RDPC es que representa una advertencia a sus vecinos cercanos de que no piensen en colonizarla. Este mensaje se dirige particularmente a Corea del Sur, vista como extensión del capitalismo de EE.UU., y a Japón. Todavía viven coreanos que recuerdan haber sido brutalmente esclavizados por Japón imperial, que anexó por la fuerza a Corea entre 1910 y 1945. Aún más coreanos recuerdan la guerra de 1950 a 1953 entre China y EE.UU. sobre su península. Las víctimas de esa guerra en las fuerzas anticomunistas dirigidas por EE.UU., fueron 474.000; las bajas mortales combinadas para las fuerzas chinas comunistas y norcoreanas fueron de entre 1,19 y 1,58 millones; y la cantidad total de civiles coreanos muertos o heridos es calculada en 2 millones (5).
Actualmente, Japón contraataca diciendo que podría tener que producir sus propias armas nucleares (¡dentro de un año!) para contrarrestar las de la RDPC, y Corea del Sur emitió declaraciones parecidas para calmar preocupaciones interiores sobre los eventos nucleares en el norte. Hay pocos motivos para temer una agresión de la RDPC. Si alguna vez llegara a tener la posibilidad de lanzar unas pocas ojivas nucleares hacia Corea del Sur, Japón y hacia bases y flotas de EE.UU. en el Pacífico, semejantes ataques asegurarían la rápida destrucción de la elite de la RDPC mediante acciones de represalias de las fuerzas militares más modernas del planeta. No se necesitarían armas nucleares para hacerlo: olas de misiles, guiados por GPS, con ojivas de altos explosivos convencionales, seguidos por bombardeos aéreos con sistemas de guía semejantes erradicarían a la nomenclatura de la RDPC y toda su infraestructura militar. También es muy probable que misiles lanzados por Corea del Norte fueran inmediatamente detectados por radares y satélites de EE.UU. y naciones aliadas, y derribados por misiles antimisiles (el equivalente actual del fuego antiaéreo lanzado en la Segunda Guerra Mundial). Es más probable que semejantes defensas sean efectivas contra misiles de largo alcance ya que hay más tiempo para reaccionar. La dirigencia de la RDPC sabe por su propia historia que la acción militar dirigida por EE.UU. no tiene consideración por la pérdida de vidas coreanas, de modo que es totalmente consciente de que su arsenal nuclear no es más que una estratagema limitada estrictamente al juego diplomático sin llegar a una verdadera guerra.
Por lo tanto ¿qué espera ganar la dirigencia de la RDPC al blandir armas nucleares? El más profundo deseo de la dirigencia de la RDPC es el de todas las elites en cualquier parte: una garantía a largo plazo de su posición privilegiada dentro del campo sereno de su dominio. La RDPC quiere interactuar con el resto del mundo de un modo que sustente la existencia física y económica de su Estado, pero sin introducir ninguna idea o fuerza social que debilite el control por la dirigencia de la RDPC, y la fidelidad de la población hacia esa dirigencia. Evidentemente, el actual régimen de la RDPC es escéptico respecto a que pueda seguir el ejemplo chino de introducir una forma dirigida por el Estado de capitalismo mientras mantiene el control ideológico y suficiente obediencia popular, por lo que se resiste a permitir que la población tenga una exposición más amplia a influencias extranjeras. El arsenal nuclear de la RDPC es el equivalente de un muro de 3,3 metros de alto, cubierto de trozos de vidrio, que rodea una propiedad protegida por perros de presa. Es un escudo construido con orgullo y motivado por el miedo.
Lamentablemente, instar a la dirigencia de la RDPC a involucrarse en el desarme nuclear es equivalente a instarla a disolverse; la naturaleza de su frágil estructura de poder no podría resistir los efectos corrosivos de las fuerzas psicológicas, culturales y económicas del capitalismo mundial. Lo sabe, de ahí su obsesiva línea defensiva actual. La política más humana hacia la RDPC sería dejarla sola. Con el pasar del tiempo, si no es acosada ni provocada, reducirá lentamente muchos de sus temores. Una vez que sean razonablemente disminuidas las aprehensiones de la RDPC, porque ya no es presionada y urgida a ajustarse a una agenda capitalista extranjera, es probable que la sociedad de la RDPC se desarrolle hacia más armonía con el consenso mundial sobre numerosos temas. Una tal política denotaría respeto por la integridad de otra sociedad y no interferencia. No es definitivamente la política con la mayor esperanza de rendimiento de la inversión (ROI) ni la retribución más rápida, pero es la política con la menor probabilidad de dañar al pueblo coreano y a sus vecinos. Hay que imaginar la posibilidad de llegar al desarme nuclear como consecuencia inevitable de la obsolescencia de las armas nucleares: ya no serían mantenidas y se corroerían porque sus dueños habrían pasado a tener otras actividades.
Internacionalmente, un respeto paciente terminará por ablandar el orgullo temeroso de un Estado que en lo demás no es agresivo. La solución real a la proliferación nuclear es la expansión de la justicia social y económica dentro de nuestras propias naciones, porque las armas nucleares son sobre todo un síntoma de la guerra económica de clases combinada con racismo. Que el pueblo de Corea del Norte se ocupe de su elite económica, y nosotros reformemos la nuestra; y de esa manera podemos eliminar las armas nucleares extraídas del trabajo colectivo popular por nuestras diversas ambiciosas y parasíticas clases gobernantes.
Manuel Garcia, Jr., ex físico en el Lawrence Livermore Nuclear Laboratory, puede ser contactado escribiendo a:
mango@idiom.com
Notas
[1]
http://news.bbc.co.uk/2/hi/asia-pacific/8066615.stm
[2]
http://news.bbc.co.uk/2/hi/asia-pacific/8067438.stm
[3]
http://www.counterpunch.org/garcia10172006.html
[4]
http://www.counterpunch.org/garcia10192006.html
[5]
http://en.wikipedia.org/wiki/Korean_War
http://www.counterpunch.org/garcia05262009.html
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miércoles, 27 de mayo de 2009

ANGELES Y DEMONIOS (Y DEMAS YERBAS)



Del capitalismo y sus nuevos demonios
Israel Colina

El sistema capitalista legitima el latrocinio como forma de subsistencia. Los casos de Bernard Madoff y William Stanford corroboran la aseveración. Las empresas constructoras, las aseguradoras, la banca privada, las industrias fabricantes de vehículos automotores y sus concesionarios, las fábricas y productoras de alimentos, así como las transnacionales de medicamentos, controlan mediante la especulación, las dinámicas de nuestras economías; esto sin dejar de mencionar la perversión del sistema democrático como legitimador de la corrupción del Estado en sus poderes fundamentales (Legislativo, ejecutivo y judicial).
Las personas creen ser libres dentro del capitalismo y la democracia, pero una gran camisa de fuerza controla y regula sus acciones, al tiempo que las estafa social, política, económica y culturalmente. El capitalismo homogeniza el pensamiento y condiciona sus percepciones hacia el consumo y la acumulación de riquezas con el menor esfuerzo posible. La democracia crea un escenario simbólico de libertad y el ciudadano camina y cohabita en esa burbuja, pensando que votar y elegir autoridades, es la finalidad de esta.
Los medios de comunicación por su parte, promueven la ignorancia y el individualismo como forma de acción social. La invitación a consumir y gastar por las necesidades creadas y no por las fundamentales, es incesante. Se desvincula al ciudadano de su entorno. El ser capitalista no tiene raíces que defender ni cultura propia que promover. Es permeado por mensajes huecos y extranjeros de películas, música, telenovelas, publicidades, diarios, televisoras, radioemisoras e internet de manera avasallante. Su capacidad de reflexión es aniquilada sistemáticamente por la vida agitada y cotidiana, que sobrepasa la resistencia de su propio biorritmo. Como consecuencia, padece cáncer y estrés.
Económicamente hablando, aunque el Estado se esfuerce mucho o poco por satisfacer las necesidades fundamentales de los ciudadanos, está facultado para recaudar por vía tributaria, tanto anual como mensualmente lo que a través de leyes estipula. Escarba los bolsillos. Sobrepasa sus metas de recaudación, mientras el ciudadano desconoce el destino del dinero tributado y sigue apreciando sustantivamente, la pobreza y una lejana solución de ese conflicto. Lo que sí sabe el ciudadano es que de no pagarlos, la evasión puede acarrearle problemas legales y hasta penas de cárcel. Las ciudades están carcomidas por la desidia, pero eso no es culpa del organismo tributador, sino de los gobernantes. Es un círculo vicioso. La contraloría en una sociedad corrupta es un acto heróico o de “sapos”.
En las economías del llamado tercer mundo, el sector de la construcción presenta para la venta, proyectos virtuales que levantará directamente con el dinero del ciudadano que aspira y necesita una vivienda. Así, el “constructor” no arriesga capital, aún siendo éste un capitalista genético. Pero eso no basta. Es favorecido por el índice de precios al consumidor (IPC). Lo calcula según los índices de inflación y respecto a la fluctuación del dólar, que según los mitos y leyendas “tercermundistas”, es la moneda con la que se compran hasta el alambre para asegurar las cabillas y los clavos para las maderas que encofrarán las bases, las vigas y las columnas. Nuestra monoproducción petrolera – en el caso venezolano-, siempre será una excusa válida e “irrefutable” para estos desmanes de especulación, de usura y latrocinio permisado.
La banca privada hace lo de siempre: multiplicar sus ingresos con los capitales de otros con reconocimiento mínimo de intereses y cobrándole a sus usuarios por la mínima transacción u operación. Si usted usa la tarjeta de débito, el banco que la active, siempre ganará un extra por disponer de su punto, eso sin dejar de mencionar las operaciones en taquillas, por emisión de cheques o por devolución de cheques. Si un cajero automático es intervenido por el hampa informática y le debitan dinero que usted no sacó, el culpable es usted por no cambiar regularmente la clave y no el banco que posee tecnologías vulnerables y personal cómplice. Usted hará el reclamo. Quizá le devuelvan el dinero que le robaron en 15 segundos en 15 días hábiles “contados a partir de la fecha de la denuncia”.
Las empresas aseguradoras tienen un contubernio con los bancos y los concesionarios de vehículos. Antes, comprar de contado era un lujo. Ahora es hacerlo a crédito. La banca, los concesionarios y las aseguradoras se compran y se dan el vuelto. El ciudadano para comprar un vehículo que cuesta el triple de su precio real, debe hacerlo a crédito y recurrir al banco. El banco se lo otorga, pero el ciudadano debe asegurarlo, si no, no se lo pueden vender. Si se lo venden y no lo asegura, no pasará una semana hasta que se lo roben y el ciudadano entienda que es bueno asegurar las cosas; sobre todo donde las aseguradoras se garantizan su existencia con turbias acciones delictivas y extorsionadoras. El cuento es largo y la trama, de terror. Usted la sabe. Hay que ir desarticulando el capitalismo, no sólo con discursos socialistas, sino con acciones que lo evidencien, con leyes que se hagan cumplir, con un sistema judicial justo y eficiente. Hay que acabar con sus nuevos demonios. De raíz, de a cuajo.

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ESQUELETOS EN EL ARMARIO





ESE BANQUERO DE IZQUIERDA
por Hugh Player
Mi padre, el último de los caballeros, según su autodefinición, solía ser un verdadero hijo de puta cuando se trataba de evaluar a la humanidad. Pero tenía un gran respeto y afecto por los animales, íncluso por aquellos que provocan cierta repugnancia como los roedores o los réptiles. Esto quizás debido a una vida anterior con visos brahamistas. Pero refiriéndose a los seres humanos solía decir que cuanto más los conocía mas quería a sus perros y sinceramente no estaba bromeando ni mintiendo.
A veces yo también siento la tentación de caer en esta forma de pensar y de sentir. Entonces suelo recurrir a imagenes mentales de personas realmente buenas y extraordinarias. Cuando veo tan perdido al genero humano tengo un collage con
la sonrisa del abuelo, la ternura de la persona amada, la abnegación de una madre, la limpieza espiritual del hijo y la generosidad de aquellos amigos, todos son parte importante de este caleidoscopio que me rescata del desconsuelo.
Claro que aún debo entender que la prueba esta siempre ahí, pendiente, como la tarea escolar que no hacía aquel lejano fin semana y que se presentaba moustrosa e inconclusa el lunes por la mañana.
Veo en la televisión (*) una señora algo anciana que reclama le devuelvan sus únicos ahorros. Tenía una libreta del Banco de Crédito (de las que se usaban antes) que no fue cambiada por la tarjetita plástica y como los señores banqueros ahora sólo guardan información por diez años (apunten esta exhuberante y estrambótica manera de hacer banca en el Perú) ya sus 432 dolares no existían porque el banco del hombre mas poderoso del Perú, el Sr Dionisio Romero, (que hace unas semanas confesará ser de izquierda), se ha tirado con toda frescura el dinero de la dama. demostrandonos que basta con no tener un ápice de escrúpulos para hacer plata con suma facilidad en este país de pacotilla.
La sola idea del banco remonta a la gente a pensar que los ahorros que vaya depositando ganarán intereses custodiados por el trabajo serio de inversionistas profesionales y que la trama legal (o el focking ordenamiento jurídico) sostendrán en el tiempo la seguridad de sus depósitos. Pero por lo que vemos y después de Madoff y Stanford (que se comieron al vivazo del Banco de Crédito, ese pelado de prematura vejez que tiene el tagarote piurano como hijito) la diferencia entre un banquero y un delincuente es casi imperceptible. Casi no existe.
Los bancos que antes trabajaban con nuestros ahorros ahora se dedican a administrar las crisis que ellos manejan para mover la mayor cantidad de plata sucia del mundo. Sea el tráfico de armas, de drogas o de corrupción institucional.
No en vano este banquero en especial sirvió presto a Fujimori y se reunía con Montesinos para darle consejos políticos y obtener aranceles adecuados para los productos de sus monopolios. Y ha sobrevivido como un experimentado actor principal de esta tragedia de equivocaciones maleadas con todos los gobiernos que, con o sin sospecha de malos manejos, enriquecimiento ilícito y robo en despoblado, nos han mal gobernado en los últimos cuarenta años.
Entendemos que no se han llevado la arena de la playa por falta de bolsas y que su pretensión de tirarse varias hectareas de la selva vive en su corazoncito como una loquísima obsesión pero... ¿Se puede ser tan miserable y canalla para despojar a una mujer pobre y de avanzada edad de sus exiguos ahorros? ¿Se puede ser banquero seriamente guardando sólo los últimos diez años de información? ¿Se puede vivir estafando miserablemente a los más desposeídos?
Esta gente es la que me hace pensar que el mundo y su desesperado apego a lo material no tienen remedio y que bien podrían mandarnos a Hercolubus para darle fin de una vez a esta raza maldecida en sus propios miedos.
Lo que el Banco de Crédito le ha hecho a esta pobre mujer no tiene nombre.
Se enmarcará en la historia universal de las mas bajas canalladas y por desgracia refleja la imagen del mundo en estos tiempos entregado sin conciencia a la codicia mas enferma. Aquella que habrá de liquidarnos como colectivo.
Por eso, definitivamente, mientras mas conozco a los banqueros tagarotes, mucho mas quiero a mis perros.
(*) En el programa El perro del hortelano de canal 11 con César Hildebrandt
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martes, 26 de mayo de 2009

ESTILO GERENCIAL INTERNACIONAL





Lista de morosos
Pascual Serrano

Un engendro denominado Badexcug, únicamente identificado con un apartado de correos en Madrid, me ha enviado una carta informándome que me ha incorporado a un “fichero sobre incumplimientos de obligaciones dinerarias”, o sea de morosos, a petición de Telefónica Móviles. La razón es que, estando en desacuerdo con un pago de 87 euros, opté por reclamar una corrección de la factura en la oficina del consumidor en lugar de permitir a movistar que retirase el dinero de mi cuenta bancaria.
El escrito del engendro del apartado postal me aclara que puedo rectificar la información de ese fichero enviándoles solicitud, copia del DNI y “documentación acreditativa”.

El diligente empleado del Consorcio de Consumo (oficina de defensa del consumidor) así me lo recomienda, pero yo he decidido no hacer la menor rectificación. Es para mí un placer colaborar en que los sistemas de control de deudores de las empresas fundamenten sus listados de morosos en impagos de 87 euros que evidencien mi peligrosidad como cliente o contraparte comercial. Supongo que ya no podré solicitar un préstamo bancario, gestionar una hipoteca o incluso tramitar un seguro y quién sabe qué cosa más. Ojalá estuviéramos en ese listado todos los que nos reconocemos disconformes con los recibos de grandes empresas suministradoras de luz, agua, teléfono, banca, automóviles, financieras, grandes almacenes, transportes…
Dicen los tipos que manejan el listado de apestosos, en el que me encuentro, que su objetivo es “contribuir a mejorar la solvencia del sistema financiero y facilitar el tráfico mercantil, por lo que agradecemos su colaboración para mejorar la calidad de nuestra información”. De forma que he descubierto que este inventario de malditos me ha ofrecido, sin tener yo que realizar ningún esfuerzo, un magnífico método de insumisión capitalista. Por fin he encontrado un eficaz sistema de subversión del orden económico establecido. Ahora sólo me resta invitar a todos mis amigos y familiares a que me acompañen. Quizás cuando las empresas vean que hay más ciudadanos dentro que fuera de las listas de inhabilitados por ellos para ser sus clientes, comprenderán que no las queremos y quizás entonces atiendan nuestras reclamaciones para así sacarnos del listado y poder de nuevo captarnos como clientes. De momento yo a todos los comerciales que me llaman por teléfono para ofrecerme algún producto los logro ahuyentar informándoles que estoy en una lista de maleantes que no pagan. Mis amigos, sólo por eso, ya me envidian.
http://www.pascualserrano.net/
Los metodos de cobranza y la facturación de Telefónica bien podrían incorporarsese a un gran libro del metodo mafioso iberico del apriete.
No se la pierdan, porque si revisan con detenimiento sus facturas de pago (aquí en el Perú) verán que nos cobran POR ADELANTADO el servicio telefónico con una renta básica inexplicacle y que encima cuentan con la denominación ISO 9001 por la excelencia lograda en los procesos de emisión de recibos. Grado que debería haber sido suspendido por constituir una broma de muy mal gusto.
Buen coñazo la de esta compañia francamente gansteril y ladronaza.
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DESDE COLOMBIA: SARA CORRALES










Desde la aparición de Andrea Rincón, la belleza de las colombianas ha agarrado una súbita fuerza en el mundo del modelaje y la actuación.
Sara Corrales, a quien pueden ver en la telenovela Vecinos, es un verdadero ejemplo de la sensualidad de la mujer de la tierra del vallenato.
¡A comerlaaaa!
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lunes, 25 de mayo de 2009

EL HONOR DEL MERCURIO







El Mercurio y la Dictadura
La historia de una colusión
Daniela Estrada

La cobertura y el tratamiento dado por el poderoso y conservador diario El Mercurio a los casos de violaciones a los derechos humanos en los 17 años de dictadura en Chile es tema de una acuciosa investigación realizada por cinco jóvenes periodistas.
El libro, presentado el 18 de este mes, "otorga muchísimos ejemplos concretos de lo que significó la colusión entre El Mercurio y la dictadura, informaciones que avergüenzan al ejercicio del periodismo", resumió para IPS Juan Pablo Cárdenas, premio Nacional de Periodismo 2005 y fundador de la desaparecida Revista Análisis. Cárdenas fue uno de los entrevistados para el libro "El Diario de Agustín. Cinco estudios de casos sobre El Mercurio y los derechos humanos (1973-1990)", publicado por el Instituto de la Comunicación e Imagen de la estatal Universidad de Chile (ICEI) y editorial LOM. En 2006 y comienzos de 2007, seis egresados de periodismo de esa casa de estudios fueron convocados por el director de cine Ignacio Agüero, el productor y periodista Fernando Villagrán y los directivos del ICEI para que realizaran en conjunto sus memorias de titulación sobre un tema específico: la forma en que El Mercurio informó sobre los atropellos a los derechos humanos cometidos por la dictadura de Augusto Pinochet. Todo el proceso de investigación fue registrado por Agüero y Villagrán, quienes dieron vida al galardonado documental "El Diario de Agustín", un filme de 80 minutos estrenado con gran éxito en Buenos Aires en octubre pasado y hasta hace poco exhibido en las salas chilenas. La segunda parte del proyecto fue la publicación del libro homónimo de 378 páginas, cuyos siete capítulos analizan casos como el "Plan Z", el crimen del diplomático chileno-español Carmelo Soria, la "Operación Colombo", los desaparecidos de la localidad de Lonquén y las diferencias de cobertura de El Mercurio en la década del 70 y 80. "Como somos jóvenes que no vivimos el golpe de Estado no estábamos tan prejuiciados" para llevar a cabo esta investigación sobre el diario más poderoso e influyente del país, comentó a IPS Paulette Dougnac, una de las autoras del texto junto a Elizabeth Harries, Claudio Salinas, Hans Stange y María José Vilches. Todos periodistas que asumen que tienen las puertas cerradas para trabajar en la Empresa Periodística El Mercurio S.A.P, propietaria de El Mercurio de Valparaíso (fundado en 1827), El Mercurio de Santiago, La Segunda, Las Últimas Noticias y 21 diarios regionales, más la red de radios FM Digital. "Vimos que el fondo era bastante más complejo de lo que uno podía esperar, porque hay muchos matices. Por un lado estaba la autocensura del diario y por el otro la de los periodistas. Y encima la censura que imponía el gobierno", observó Dougnac. La metodología de trabajo fue colectiva y cooperativa, explica la editora del libro, Claudia Lagos. Esto permitió producir, preparar y compartir más de 100 entrevistas y generar información propia, como el listado completo de colaboradores, periodistas, fotógrafos, editores, corresponsales y responsables editoriales del diario entre 1973 y 1990. "En estas casi 400 páginas que hoy presentamos no sólo están el rigor y la acuciosidad investigativa de sus autores y autoras, también están las páginas más negras del periodismo chileno que sistemáticamente violó cada uno de los preceptos que hacen de la ética periodística la esencia de nuestra profesión", señaló en la presentación del texto la directora del ICEI, Faride Zerán. El libro no es "una caza de brujas", observó el periodista chileno Cristóbal Peña, del Centro de Investigaciones Periodísticas (CIPER), quien fue invitado a comentarlo, sino que se trata de un esfuerzo por entender la mecánica que operó en esa época, indicó. "La falta de autorización por parte del diario para reportear ciertos temas, la autocensura de los propios periodistas por temor a represalias --ya sea del gobierno o por parte del mismo diario-- y la ignorancia del tema por falta de interés son los tres factores que explican el silencio" sobre las violaciones a los derechos humanos, se enfatiza en el libro. PROMOTOR DEL GOLPE El 11 de septiembre de 1973, el hoy fallecido general Augusto Pinochet (1915-2006) encabezó el sangriento golpe militar perpetrado contra el gobierno democrático del socialista Salvador Allende (1970-1973), quien era apoyado por la Unidad Popular (UP), un conglomerado de fuerzas de izquierda. Hasta ahora, los informes de la verdad promovidos por los gobiernos de la centroizquierda Concertación de Partidos por la Democracia, que se sucedieron desde la recuperación de la democracia en 1990, han consignado más de 3.000 opositores ejecutados y detenidos- desaparecidos y cerca de 35.000 torturados por el régimen de Pinochet. "Hay suficiente información desclasificada que confirma las gestiones de (Agustín) Edwards (Eastman, todavía presidente de El Mercurio) en Estados Unidos ante el gobierno de (Richard) Nixon (1969-1974) para apoyar y promover un golpe de Estado contra el gobierno de la UP", asegura el libro. "Él (Allende) pataleaba, contestaba, hacía cualquier cosa, pero respetaba la libertad de prensa, con lo cual nosotros pudimos hacer toda la campaña", reconoció en una entrevista con los autores el ex subdirector y director del diario Arturo Fontaine Aldunate. Tres son los principios que siempre han sustentando la línea editorial de El Mercurio: la defensa de la propiedad privada, el respeto al libre mercado y el rol subsidiario del Estado, declaró por su parte el gerente general del diario, Jonny Kulka. Esto explica porqué El Mercurio vio en el proyecto socialista de Allende una amenaza, reflexionan los jóvenes profesionales en el texto. "Hablar de El Mercurio es hablar más que de un diario, de una institución nacional", señala el libro. La familia Edwards compró El Mercurio de Valparaíso en 1879 y fundó el de Santiago en 1900. Por su presidencia han pasado cinco generaciones de "Agustines Edwards", como indica la investigación. "Es difícil entender la historia de Chile sin El Mercurio", declaró en la celebración del centenario del matutino en 2000 el entonces presidente Ricardo Lagos (2000-2006). Por su amplia influencia social, juega el papel de un partido político, observa el texto. Es el diario preferido de los sectores más acomodados del país, por lo cual acapara el mayor porcentaje de inversión publicitaria. También se lleva gran parte de la estatal. OPERACIÓN DE DESINFORMACIÓN "No había mucho que censurar, pues los medios se autocensuraban suficientemente. Tampoco los ‘pauteabamos’, aunque se entregaban 'orientaciones' para el buen uso de ciertas informaciones", dijo a los autores de "El Diario de Agustín..." Federico Willoughby, quien fue asesor en comunicaciones de Pinochet. En sus ejemplares, El Mercurio construyó el "mito fundacional" de la dictadura, como lo llama Claudio Salinas. Se trata del supuesto "Plan Z" atribuido al gobierno de Allende para eliminar a la cúpula de las Fuerzas Armadas el 11 de septiembre de 1973 y dar un autogolpe que lo perpetuara en el poder. Esto justificaba el golpe militar, según Pinochet y El Mercurio. Este medio de prensa, junto a otros diarios nacionales, también participó en el montaje de comunicaciones conocido como "Operación Colombo", que enmascaró el asesinato de 119 opositores de izquierda como una purga interna ocurrida en Argentina y Brasil. Ese montaje informativo fue concebido en el marco del Plan Cóndor, la coordinación represiva de las dictaduras de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay en las décadas del 70 y del 80, con la anuencia de Estados Unidos, y cuyo propósito era perseguir, secuestrar, asesinar y hacer desaparecer a opositores de izquierda y activistas sociales. Por su parte, el crimen del diplomático chileno-español Carmelo Soria, perpetrado en 1976 por agentes de la dictadura, fue informado por El Mercurio como un accidente automovilístico. La botella de pisco y la carta encontradas en el vehículo siniestrado hablaban, según difundió el diario, de un hombre borracho afectado por una supuesta infidelidad de su esposa. "En el caso de Carmelo Soria se pone en marcha una de las estrategias estrella del régimen militar: el encubrimiento de las violaciones a los derechos humanos como casos propios de la crónica roja", dice la autora del capítulo, María José Vilches. El caso de los "desaparecidos de Lonquén", una localidad ubicada a 50 kilómetros al sudoeste de Santiago, también fue cubierto en un principio como una noticia policial. Pero a medida de que fue avanzando la investigación judicial, El Mercurio se sumó a la teoría esgrimida por la dictadura de que tal vez los 15 cuerpos de opositores hallados en diciembre de 1978 en dos hornos abandonados de Lonquén eran "consecuencias de la guerra civil iniciada en 1973 por lo marxistas", como apunta Hans Stange. La justicia determinó que estas personas fueron arrestadas por efectivos de carabineros (policía uniformada) en octubre de 1973. Y aunque sus familiares acudieron a todas las instancias denunciando los hechos, prácticamente fueron inexistentes para El Mercurio. El libro termina con el capítulo escrito por Dougnac: "Yo hice una comparación de la cobertura noticiosa en los años 70 y 80 y vi que en la parte informativa hubo una apertura bien grande en los años 80, sin embargo constaté que en la parte editorial seguía la línea dura de negación de las violaciones a los derechos humanos", comentó a IPS. Además de "documentar y difundir algunas verdades, que de alguna manera eran sentido común para el mundo del periodismo", el libro "se plantea legítimamente, a partir de casos específicos de un momento determinado de la historia de Chile, la pregunta sobre qué es hacer periodismo", explicó a IPS la editora Claudia Lagos. Esto lleva a pensar críticamente el actual ejercicio del periodismo chileno. En estos momentos, "hay esfuerzos de periodistas por hacer bien su trabajo, pero también es cierto que todos los días nos indignamos con pequeños errores o con grandes desastres en términos de la cobertura y del tratamiento de los más pobres, los mapuches, las mujeres, las minorías sexuales y de una larga lista", apuntó. El documental de Agüero, que se ha conocido más masivamente, ya ha abierto espacios de diálogo sobre estos temas, sostuvo Lagos. A la presentación del libro también estuvo invitado el periodista argentino y presidente del humanista Centro de Estudios Legales y Sociales de ese país, Horacio Verbitsky, quien calificó de "serio y riguroso" el trabajo de los jóvenes profesionales. "Que periodistas investiguen el medio de comunicación más significativo del país es muy estimulante y no ocurre en otras naciones", indicó. "Se trata de una investigación ejemplar porque contribuye a crear ciudadanía en una sociedad más libre e informada", concluyó. Pese a las acusaciones y constataciones que pesan sobre él, El Mercurio nunca ha hecho un "mea culpa" sobre su actuación durante el gobierno de Allende y los 17 años de dictadura militar, como sí lo han intentado hacer otros medios de comunicación. Sólo una periodista que trabajó en el diario en los años 80, María Angélica de Luigi, pidió perdón a través de una carta publicada en el periódico The Clinic, en 2000.
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DOLAR EXTRA-SUAVE




El hundimiento del dólar
Immanuel Wallerstein

Cuando el premier Wen Jiabao de China dijo en marzo de 2009 que estaba un poquito preocupado por la situación del dólar estadunidense, se hacía eco de los sentimientos de estados, empresas e individuos por todo el mundo. Él hizo un llamado a Estados Unidos para que mantenga su buen crédito, honre sus promesas y garantice la seguridad de los activos de China.
Apenas hace cinco años, esto habría parecido una petición muy presuntuosa. Ahora parece entendible aun para Janet Yellen, presidenta del Banco de la Reserva Federal de San Francisco, pese a que considera que las propuestas de China acerca de la divisa mundial de reserva está lejos de ser una alternativa práctica.
Hay sólo dos maneras de almacenar riqueza: en estructuras físicas concretas y en alguna forma de dinero (divisas, bonos, oro). Ambas implican riesgos para el poseedor. Las estructuras físicas se deterioran a menos que se utilicen, lo que implica costos. Utilizar tales estructuras para obtener ingresos y como tal ganancias, depende del mercado –es decir, de la disponibilidad de compradores que deseen adquirir lo que las estructuras físicas puedan producir.
Las estructuras físicas son, por lo menos, tangibles. El dinero (que se denomina con cifras nominales) es meramente una reclamación potencial ante las estructuras físicas. Si varía un pequeño monto, casi nadie lo nota. Pero si varía considerablemente y con frecuencia, sus poseedores pueden ganar o perder mucha riqueza, en ocasiones bastante rápido.
En términos económicos una divisa de reserva es la forma más confiable de dinero, la que varía menos. Es entonces el lugar más seguro para almacenar cualquier riqueza que uno tenga, que no asuma la forma de estructuras físicas. Desde por lo menos 1945, la divisa mundial de reserva ha sido el dólar estadunidense. Es todavía el dólar estadunidense.
El país que emite la divisa de reserva tiene una ventaja singular sobre los otros países. Es el único que puede legalmente imprimir la divisa, siempre que piense que es a favor de su interés hacerlo.
Todas las divisas tienen una tasa de cambio con las otras divisas. Desde que en 1973 Estados Unidos puso fin a su tasa fija de cambio con el oro, el dólar ha fluctuado con respecto a otras divisas, subiendo y bajando. Cuando su divisa ha bajado con respecto a otra, se ha vuelto más fácil vender sus exportaciones porque el comprador de las exportaciones requiere menos de sus propias divisas. Pero también ha hecho más cara la importación, debido a que requiere más dólares para pagar el artículo importado.
En el corto plazo, una divisa debilitada puede incrementar el empleo al interior de un país. Pero esto es, cuando mucho, una ventaja de corto plazo. En el mediano plazo, hay mayores ventajas de contar con una divisa considerada fuerte. Esto significa que el poseedor de tales divisas tiene más control de la riqueza del mundo medida en productos y estructuras físicas.
Más allá del mediano plazo, las divisas de reserva son fuertes y quieren seguir siéndolo. La fortaleza de una divisa de reserva se deriva no sólo de su control sobre la riqueza del mundo sino del poder político que le ofrece al sistema-mundo. Es por eso que la divisa mundial de reserva tiende a ser la divisa del poder hegemónico en el mundo, aun si se trata de una potencia hegemónica en decadencia.
Así que, ¿ por qué está un poquito preocupado el primer ministro Wen? Es claro que es porque durante las últimas cuantas décadas, la tasa de cambio del dólar estadunidense ha estado fluctuando bastante pero a fin de cuentas va descendiendo lentamente. Uno de los factores principales ha sido la deuda global increíblemente creciente del gobierno de Estados Unidos. Existen dos modos principales mediante los cuales Estados Unidos ha podido balancear su contabilidad. Imprime dinero y vende bonos del tesoro estadunidense, primordialmente a otros gobiernos (los llamados fondos soberanos de inversión).
No es secreto que en años recientes el mayor comprador de bonos del tesoro estadunidense haya sido China. No es el único. Japón y Corea del Sur, Arabia Saudita y Abu Dhabi, India y Noruega, han comprado, todos, bonos del tesoro de Estados Unidos. Pero China es hoy el mayor comprador, y dada la presente contracción del crédito, China es uno de los pocos probables compradores en el futuro inmediato.
El dilema para China, como para otros que invirtieron en bonos del tesoro estadunidenses, es que si el dólar baja aún más o si hay una inflación significativa por el hecho de que Estados Unidos imprime dinero, su inversión en bonos del tesoro puede hacerlos perder dinero. Por otro lado, ¿qué alternativas tienen China o los demás?
La conclusión de políticas que China (y otros compradores) sacan es que hay un discreto desposeimiento constante. No quieren que sea tan rápido que ocasione un pánico bancario, pero que tampoco sea tan lento que uno termine siendo el último fuera de la puerta antes de la estampida, como tituló su artículo Joseph Stroupe en el Asia Times.
China está reduciendo la cantidad de bonos del tesoro estadunidense que está comprando, y ahora prefiere comprar unos de plazo más corto en lugar de aquellos de plazo más largo. China incursiona en el cambalache o trueque de divisas con otros países, como Argentina, de tal modo que ninguno tenga que usar dólares en sus transacciones. Y China está haciendo un llamado a la creación de una divisa de reserva alterna basada en los Derechos Especiales de Giro (DEG) creados por el Fondo Monetario Internacional, con base en una canasta de monedas. Rusia ya respaldó el llamado.
Estados Unidos no está seguro de cómo responder. Cuando el secretario del Tesoro Timothy Geithner dijo que el gobierno estadunidense está bastante abierto a la propuesta de China de incrementar el uso de los DEG, de inmediato bajó el dólar en el mercado de divisas. Así que Geithner clarificó entonces lo que había dicho. El dólar permanecería como divisa de reserva dominante en el mundo y es probable que continúe así por un periodo prolongado de tiempo. Aseguró que hará lo necesario para garantizar que mantenemos la confianza en nuestros mercados financieros, y en la capacidad productiva de este país y en nuestros fundamentos de largo plazo.
¿Será que Geithner sólo está aparentando calma? Y más importante, ¿quién cree que lo que dice es plausible? La clave de la fuerza de una divisa no son los llamados fundamentos sino la fe en la realidad de esos fundamentos.
Todos los actores principales están confiando que pueda haber una aterrizaje suave, una transición ordenada hacia algo que se aparte del dólar estadunidense. Nadie quiere precipitar una caída libre, porque nadie está seguro de salir adelante si eso ocurre. Pero si el estímulo de Estados Unidos resulta ser la última de las burbujas, el dólar bien puede desinflarse repentinamente en la forma más caótica. El modo de decir estampida en francés es “sauve-qui-peut”, que se traduce literalmente como sálvese quien pueda.
Traducción: Ramón Vera Herrera
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viernes, 22 de mayo de 2009

LA BANCA RATA: SINO GANA, EMPATA




Es hora de acabar con los rescates:
los muchachos de la banca están bien
Dean Baker

El Secretario de Tesorería Timothy Geithner dijo al país la semana pasada que los bancos están fundamentalmente bien según indican las pruebas de estrés aplicadas a los 19 bancos más grandes del país. El anuncio del Secretario Geithner puede que no parezca del todo correcto. Al fin y al cabo, el peor escenario considerado por las pruebas de estrés asumía que el desempleo alcanzaría un promedio del 8'9% para todo el año 2009, y ya alcanzamos esa cifra la semana pasada, pero aun así confiemos en la palabra del Secretario de Tesorería. Así pues, se nos dice que los bancos tienen los medios necesarios para superar el bajón. Si esto es así, ¿por qué deberíamos de gastar cientos de de miles de millones de los dólares del contribuyente para mantener a flote a esas instituciones saludables?
Mientras los bancos estaban en sus lechos de muerte existía el argumento plausible de que los dólares del contribuyente eran necesarios para evitar que el sistema financiero colapsara. Pero si los bancos gozan ahora, según la Tesorería, de buena salud, entonces es hora de que los bancos dejen de confiar en las donaciones de los contribuyentes.
En primer lugar y ante todo, esto significaría poner fin al programa Alianza de Inversión Pública y Privada (Public Private Investment Partnership, PPIP) diseñado para eliminar los activos tóxicos de las cuentas de los bancos. El programa PPIP implicaba un subsidio masivo a los bancos que otorgaba una enorme influencia a los compradores de los activos tóxicos, al tiempo que les asignaba un riesgo muy pequeño.
La historia básica era que si un inversor ponía sobre la mesa un millón de dólares, el gobierno pondría hasta 13 millones de dólares. El inversor tendría la oportunidad de sacar beneficio de 7 millones de dólares de esta inversión (su millón mas 6 millones del dinero del gobierno), pero no podría perder más de un millón de dólares. El gobierno sacaría beneficio o pérdidas de los otros 7 millones de dólares que puso directamente.
Incluso asumiendo que no hubieron trampas por parte del PPIP (los bancos podrían haber pagado a terceros para aumentar el precio de sus activos), esta estructura de incentivos empujaría a los inversores a pujar mucho más por los activos tóxicos de lo que hubieran hecho en un mercado libre. El resultado probablemente sería que muchos inversores incurrirían en grandes pérdidas con los dólares de los contribuyentes.Si los bancos fueran muertos vivientes sin esperanza, quizá habría una razón para este tipo de subsidio financiado por los contribuyentes que permitiera limpiar los libros de contabilidad y permitir que los bancos empezaran a prestar de nuevo. Pero si el Secretario Geithner nos está diciendo que los bancos están sanos, ¿no podemos dejar que simplemente vendan sus préstamos en el mercado como todos los demás? ¿Cuál es el argumento para defender este programa de beneficios especial que disfrutan los bancos?
Por supuesto los beneficios bancarios van más allá del PPIP. Los bancos tienen la autoridad de emitir cientos de de miles de millones de dólares en forma de bonos que vienen con una garantía explicita del la Corporación de Seguros del Depósito Federal (Federal Deposit Insurance Corporation, FDIC). Este es un subsidio de tasas de interés substancial, especialmente para los bancos con más riesgo. Los ahorros de una garantía del gobierno pueden fácilmente alcanzar los 4 puntos porcentuales de interés. Si un banco ha tomado prestando 30 mil millones de dólares bajo este programa (como es el caso para los bancos más grandes), esto se convierte en un regalo financiado por el consumidor de 1'2 mil millones de dólares por año.
Además de las garantías de la FDIC, los bancos también se benefician de una variedad de facilidades de préstamos establecidas de forma especial por el Consejo de la Reserva Federal. Estas facilidades permiten a los bancos tomar prestado en secreto y posiblemente pagando tasas de interés substancialmente mas bajas para tomar prestada la misma cantidad en el sector privado. La Reserva Federal tiene actualmente cerca de 2 billones de dólares en préstamos pendientes (una gran porción de estos préstamos es para compañías no financieras) que fueron emitidos a través de estas facilidades especiales. Si los bancos están hoy en forma, entonces debería ser hora de cerrar estos canales especiales y permitir que los bancos confíen de nuevo en la financiación del mercado.
Debería ser hora, finalmente, de cerrar la ventana del American International Group (AIG). Muchos de los bancos más grandes, incluyendo Goldman Sachs y J.P. Morgan, han comprado productos derivados de la división de productos financieros de AIG. Si se hubiera permitido que AIG colapsara el pasado otoño, la mayor parte de esos derivados carecerían de valor. Sin embargo, el gobierno intervino y decidió honrar de pleno las obligaciones de AIG. Este compromiso por parte del gobierno fue muy útil para los bancos. Goldman Sachs en concreto saco buen provecho, embolsándose 12'9 miles de millones de dólares con los productos derivados que se hubieran convertido en papel mojado sin la intervención del gobierno. Si los bancos están bien, ¿qué tal si les dejamos acarrear con las consecuencias de sus decisiones de inversión en lugar de endosarnos los costes de sus errores al resto?
En breve, deberíamos de ver en los resultados de las pruebas de estrés buenas noticias. Basándonos en lo que el Secretario Geithner ha dicho a la prensa, los rescates deberían de acabar. Es hora de que los bancos se mantengan sobre sus propios pies y de que saquen las manos de nuestros bolsillos.
(*) Dean Baker es co-director del Center for Economic and Policy Research (CEPR). Es autor de Plunder and Blunder: The Rise and Fall of the Bubble Economy.
Traducción para www.sinpermiso.info: Sandra González
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