Cuando me toca verlo por algún lado no puedo evitar recordar a ese gordito bobalicón del barrio que se alucina muy vivo y muy piola y que en el fondo resulta muy patético.
Sobre todo con la cristina puesta (como la de color caqui que usaba el mismo en el colegio nacional) y con esa expresión de barajo mal jugada que es facilmente confundible con un estado de cansancio absoluto.
Dificil también es creerle sus cuentos de pisthacos que resultaron ser pistachos como dice el Dr Peter Garca.
Mas allá de lo que puede confundir a la opinión pública -como víctima constante de la inseguridad en que vivimos- el uso singular de la delincuencia total para combatir al hampa. Explicadas por la venganza o la autodefensa de la ira.
Por ejemplo Sean Connery en la película "Causa justa" es un abogado ilustre y activista en contra de la pena de muerte hasta que las circunstancias lo obligan a convertirse -por defender a su esposa e hija- en un asesino.
Porque quien ha sido asaltado o raponeado en las calles del planeta sabe que si hubiera podido defenderse con un arma, el choro o los choros ya estarían bien fríos.
El problema se da cuando la policía peruana (de la que mi abuelo fue fundador cuando vino la misión española en la epoca de Leguía) ingresa a unos niveles de corrupción indescriptibles como consecuencia de la crisis moral del mundo y en especial del país. Cuando aquella institución a la que nos ata la vida diaria se convierte en cátedra para el delito, en verdugos de una falsa justicia.
Se tendrá que investigar seriamente esta grave denuncia de escuadrones de la muerte (so riesgo de caer en otro psicosocial de fileteadores de seres humanos y cultivadores de grasa) para deslindar responsabilidades. Porque si bien es cierto que un delincuente menos en el mundo no le hace mal a esta sociedad bastante saturada de sujetos de genética criminaloide, también es verdad que nuestro deber es defender la civilización y no prestarnos a la terrible instancia del ojo por ojo.
Nos podría resultar muy cara esta gracia.
La evolución implica conciencia. Y a veces paciencia para construir un estado en donde todos vivamos en paz y armonía.
Armémonos pero para el equilibrio que nos permita superar el lado animal inconciente que ata al hombre con la eterna violación de la ley.
Y búsquemos un Ministro mas ministroso que este dibujo borroso de Oliver Hardy.
PENSADORES MUERTOS
Se ha hablado en voy muy baja de lo que el Sr García (Catrasca para los simpatizantes de este nuevo sosías del difunto Porcel) cobró por devengados de los años en que descubrió los encantos del asilo parisino y la ciudadanía colombiana.
No ha cometido ningún delito. La ley lo asistía.
Así que corrijamos la ley y punto. Lo que es inaceptable es que el obeso mandatario que le debe hasta el último rollo al Perú en donde el hambre es el pan de cada día y en donde la gente muere por no contar con las condiciones básicas de vida, en resumen un país con tantas necesidades, reciba su sonoro cachetadón de indiferencia y mezquindad moral.
Un estadista de altura, un Mandela por ejemplo, no hubiera combrado un mango sabiendo que su país necesita el último centavo. No les refiero al Che o a Fidel porque me van a acusar de zurdito.
El señor Catrasca politicamente representa al criollo (el mismo que no quería pelear la guerra de la independencia) y tiene un aura tan turbia que en sus genes parece vivir Pancho Pizarro.
Ahora que el Sr Humala y su arribistona consorte reciban plata de donde sea que venga, también deja mucho que desear de quien se pinta como un nacionalista para todo terreno y sólo se explica por esa debilidad peruana por el papel con el dibujo de los pensadores muertos que compra relojitos caros pero que los aleja inexorablemente del llamado de la historia.
Que Perú21 emprenda tan agresiva campaña contra el cachaco y solapee los escarseos financieros del gordo es también por la indefensión de su dueño ante los presidentes muertos que tienen los billetes gringos.
Habiendose hecho del jugoso contrato de concesión para el proyecto del tren electrico es por decir lo minimo un acto periodístico de muy baja estofa cuyo hedor ofende las narices mas recias.
El próximo reallity bien podría llamarse los reyes de la concha.
Tres inscritos para empezar: Catrasca, la pareja nacional rich life y Pepelín.
OJO AL BOLSILLO
Miren dentro de mi bolsillo, ¿qué ven?, el título nacional de este año con camiseta crema.
A mis amigos del esfinter flojo, a quienes veo tan vanamente ilusionados con su remota posibilidad de campeonar les digo. Llora, llora, y ustedes saben la letra.
No nos ganan ni en sueños.
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