miércoles, 12 de agosto de 2009

RETRATO DEL MAL GOBIERNO



Heridas de hambre
Daniel E. Benadava
Rebelión

La Argentina es un país rico que, parafraseando a Mario Benedetti, por estar gobernado por hombres de mala voluntad -que no serán provisoriamente condenados ya que para ellos no habrá paz en esta tierrita ni de ellos será el Reino de los Cielos-, tiene heridas grandes como provincias y hay que aprender a andar sobre sus bordes sin vomitar en ellas… ni volverse suicida o miserable ni decir no va más.
En este escenario, el pasado 7 de agosto la Central de Trabajadores Argentinos -CTA- realizó una manifestación en la cual exigió la construcción de un “blindaje social” que “garantice un modelo distributivo más justo” para que la actual crisis económica del país no la paguen los que menos tienen. Este es un reclamo histórico de la CTA ya que, por ejemplo, a fines del año pasado el Secretario General de la CTA, Hugo Yasky, planteó que “hay cuatro millones de indigentes y 13 millones de personas bajo la línea de pobreza que ni siquiera se enteraron de que el país, en los últimos cinco años, tuvo un sostenido crecimiento en materia económica”.
El mismo 7 de agosto el Cardenal Jorge Bergoglio, teniendo en cuenta que el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA afirmó que el 40% de la población argentina vive en la pobreza, sostuvo que hoy en día “vivimos con situaciones de pobreza escandalosa... en un contexto muy difícil... muy cruel -que- primero excluye borrando los rostros de la gente para luego no sentir nada cuando los desprecia y desecha como sobrante... hay gente que sobra, que son dejados de lado, tirados como verdaderos volquetes existenciales”.
Por su parte el Coordinador Nacional del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, Alberto Morlachetti, tiempo atrás aseveró que “el 70% de la población total del país menor de 18 años, o sea nueve millones y medio de niños, se encuentran viviendo en la pobreza, la mitad ya casi no come. Más de cien niños se mueren por día -menores de 5 años- por causa de pobreza. Cuando hablamos de mortandad infantil no solamente debemos incluir a los niños que se lleva la muerte sino también a los niños dañados -para siempre- física, intelectual y emocionalmente antes del nacimiento de las palabras”.
En relación al flagelo de la pobreza Darío Cid, director de la Casa de los Niños perteneciente a la Fundación Pelota de Trapo, días atrás afirmó que “el hambre es un crimen inexplicable. En un país rico, que tiene todas las condiciones para alimentar a todos sus chicos y que tengan garantizada su infancia, hemos perdido tres generaciones de argentinos… venimos viendo la pobreza desde hace mucho tiempo, no la hemos visto parar nunca. Acá nunca bajó la pobreza, ni se modificó la distribución de la riqueza… se han cristalizado la pobreza y la exclusión, hay sectores que no se van a incluir más. La pobreza se extendió en cantidad y profundidad”.
Ahora bien ninguna de estas cifras, que en muchos casos no son coincidentes entre si, son corroboradas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos -INDEC- ya que, según el último informe que realizó este organismo, del total de la población argentina el 15,3% vive en la pobreza y el 4,4% se encuentra en la indigencia. Estas “discrepancias” provocaron que el INDEC haya adquirido un creciente desprestigio lo cual motivo al gobierno argentino a decidir que el organismo sea monitoreado por diferentes instituciones entre las cuales, según algunas versiones periodísticas, estaría el Fondo Monetario Internacional.
De confirmarse este hecho habría que recordar las palabras de Adolfo Pérez Esquivel quién, en una carta que le escribió a Cristina Kirchner el año pasado, afirmó “debo decirte que me preocupa no saber hasta donde le interesa al gobierno, el pueblo. Una cosa son los discursos y otra los hechos... Recordarás que el ex presidente Kirchner… decidió pagar al FMI y la situación del país no ha mejorado… ha aumentado la pobreza, el desempleo, el analfabetismo. Quiso sacarse al FMI de encima pero es como los piojos, siempre vuelven; salvo que el tratamiento sea a fondo. El vapuleado INDEC se especializa en hacer dibujitos muy malos para demostrar lo indemostrable”.
Por último, y frente a los millones de argentinos que tienen hambre y la esperanza deshilachada por tanta promesa por nadie jamás cumplida, cabe recordar lo que expresó Alberto Morlachetti en el año 2006: la Virgen cura a los niños con salivilla de estrellas mientras este capitalismo avanza sembrando muerte... si los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos estuvieran en la Casa Rosada no hubiese habido un solo chico de la calle... hay varios millones de dólares en el Banco Central y no podemos destinar algunos millones para erradicar el hambre de la Argentina... si el hambre persiste en la Argentina es porque esta planificado, porque no quieren erradicarlo… o nos dan lo que los niños quieren o con ternura, paso a paso, venceremos… nosotros tenemos un compromiso de amor con la hermosura y un compromiso de sangre con nuestro pueblo.
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