sábado, 14 de agosto de 2010

EL DISCURSO DE DIOS


Pareciera que los seres humanos somos inacapaces de aprender. Un libro escrito en 1932 por el extraordinario escritor español Enrique Jardiel Poncela tiene una demoledora vigencia en nuestros días. Recomendacion especial: bajen el libro por Internet y léanlo.
Les alcanzo un fragmento del discurso de Dios con la esperanza a que los anime a buscar el texto completo.

EXORDIO

Dios comenzó así su discurso:
"Yo no soy orador...
"No me gusta hablar, sino hacer. Casi, casi estoy por deciros, que "no sé hablar, tal es mi falta de costumbre. Y, en realidad, he aquí la primera vez que me dirijo directamente a vosotros los hombres, porqué los Mandamientos de la Ley, que dicté un día, no os los dicté a vosotros; se los dicté a Moisés, mi Secretario (MURMULLOS.) ¡Hablar!... (ENCOGIÉNDOSE DE HOMBROS.) Hablar es "cosa humana, y por mi parte, yo no tengo nada de humano: me apresuro a advertíroslo para evitar desilusiones. (SENSACIÓN.)
"Digo que nunca, hasta ahora, me he dirigido directamente a vosotros, y agrego que, sin embargo muchas veces, millares de veces, cada año, cada mes, cada semana, cada día, cada hora, cada minuto, habéis tenido ocasión, de escuchar mi Palabra y de oír mi Voz. (HONDO E INTERESANTE SILENCIO.) ¿No adivináis aún cuál es mi Voz y cuál es mi Palabra? Pues sabed que mi Palabra es la voz de la Naturaleza y mi Voz es la palabra de los Elementos. (EXTENDIENDO SUS BRAZOS, COMO PARA ABARCAR LA CREACION.) Mi Voz es los Arboles, las Plantas, los Seres, la Primavera, el Verano, el Invierno, el Otoño, el Mar, los Campos, los Montes, las Llanuras, el Desierto, la Selva; y mi Palabra es la Tempestad, la Lluvia, la Nieve, el Relámpago, el Trueno, el Rayo, la Galerna, el Tifón, el Terremoto, las Cataratas, el Fuego, el Viento, y también el apacible silbar de la Brisa entre las ramas, el ronco hervor del Oleaje, la infantil canción del deslizar del Río, las tintas cárdenas del Crepúsculo, las sombras progresivas de la Noche y las claridades del Amanecer. (EMOCIÓN.)
"Eso es mi Voz y nada menos que todo eso es mi Palabra. ¿Que falta debía hacer, pues, que yo os convocara aquí y, aprovechando un viaje sin objeto, os hablara con el lenguaje imperfecto del Hombre? Ninguna falta, en verdad. Este discurso mío debía ser innecesario.
“Debía serlo, porque en la obligación estáis de conocer mi Opinión, que os he expuesto millares de veces, cada mes, cada semana, cada día cada hora, y cada minuto; ya en la vida de los seres ya en el devastar de la Tempestad o en el fructificar de los Campos. Pero todavía no conocéis mi Opinión... y, lo que es más triste: no la conoceréis nunca. (MURMULLOS PROLONGADOS.)
"Sé cómo sois. Ansiáis una Ley, y no bien la tenéis la despreciáis. Suspiráis por conocerla, y una vez conocida saltáis sobre ella para alucinaros con otras leyes que creéis más justas. Pedís que se os marque un camino, para seguir otro camino cuando ya el primero lo tenéis marcado. Exigís un Dios, y cuando el Dios se os da, inventáis otro. (MURMULLOS DE CARIÑOSA PROTESTA.) ¡Oh! No protestéis: es pleito antiguo. Era mi pueblo el elegido, el pueblo de Israel, y ya entonces suplicó el Hombre a Moisés que fuera en mi busca. Y antes de que Moisés tuviera tiempo de encontrarme, el Hombre había levantado altares al Becerro de Oro. (NUEVOS MURMULLOS.)
"Nada ha cambiado desde entonces y hoy mismo digo que mis últimas palabras se perderán en el aire... (GRANDES E IMPOTENTES PROTESTAS DE ADHESIÓN Y DE AFECTO. DELIRIO DE IDENTIFICACIÓN CON DIOS QUE DURA LARGO RATO MILES DE ALMAS SE PONEN DE RODILLAS Y APOYAN LAS FRENTES EN LOS CASCOTES DE LA PLAZA. EL SEÑOR DOMINA EL TUMULTO Y SE DIRIGE A LOS ARRODILLADOS.) "Levantad vosotros, los que os humilláis sin necesidad. Y los demás, y todos, cesad en vuestra protesta de amor y de entusiasmo. No os engañéis con ellas ni supongáis que yo voy a engañarme porque al Hijo que me matasteis en la cruz también le vitoreabais y le echabais flores la mañana que entró en Jerusalén". (SILENCIO EMOCIÓNANTE. LAS TRES CUARTAS PARTES DE LAS MULTITUDES LLORAN A MOCO TENDIDO.)
"Voy, pues, a hablar, a pesar de todo, con todo, sobre todo v por todo... Escuchadme atentos". (DIOS HACE UNA PAUSA Y BEBE UNOS SORBOS DE AGUA CON AZUCARILLO QUEMADO. EL NUNCIO Y LAS PERSONALIDADES MAS PRÓXIMAS A EL LE BESAN LAS BOTAS.)

PROMESA

Dios continuó de esta forma:
"Leo en vuestros semblantes ansiosos que esperáis mucho de mis palabras, leo que esperáis mas que mucho, leo que esperáis demasiado. Vuestro principal defecto ha sido siempre esperar demasiado de mi, como si yo todavía tuviera que daros algo. . . Como si yo no os lo hubiera ya dado todo (ESTUPOR EN LAS MULTITUDES.)
"Todo, sí, todo os lo di al permitir que fuerais parte del Universo. Yo os di la Vida, y la Muerte antítesis esplendorosa, yo os di la Conciencia, la Inteligencia, la Voluntad, el Entendimiento y la Memoria; yo os di la facultad sexual con su emocionante consecuencia, la Procreación; y os di los Sentidos; y os di el Dolor —bien supremo— y haciendo que el Dolor no fuera continuo, sino intermitente, hice nacer "el Placer (cesación del Dolor) y os lo di asimismo.
"Todo, pues, os di, Y hoy ni puedo ni quiero daros nada. (LARGO RUMOR DE DESENCANTO).
"Se perfectamente lo que esperáis de mí y de mis palabras. Esperáis la felicidad, ¿no es cierto? (AHORA LAS MULTITUDES AFIRMAN CALLANDO.) ¿Y por qué esperáis de mi la felicidad? '¿Por qué me ofendéis suponiendo que yo haya podido estar miles de años sin daros una cosa que os pertenece? ¿Qué clase de monstruo injusto pensáis que soy yo para aceptar el que os dé a vosotros —precisamente a vosotros— la felicidad: lo que equivale a suponer que se la negué a los Hombres que os precedieron? ¿O es que imagináis que sólo vosotros habéis sido desgraciados? Pero, volviendo a lo que esperáis de mí: ¿porque es precisamente la felicidad lo único que confiáis en que os caiga de arriba?. . .

LA FELICIDAD

"Escuchadme bien. Vuestra conducta es absurda.
"Todo os lo procuráis por el propio esfuerzo: el dinero, la casa, los alimentos, las comodidades, lo necesario y lo superfluo, el éxito la gloria, el poder... Todo esto os lo procuráis sacándolo de vosotros mismos, y sólo la felicidad la esperáis de los demás.
"'De tal suerte os entregáis al amor, por ejemplo, con la loca esperanza de que sea una mujer —o un hombre si sois mujeres— el que os hará feliz, y al daros cuenta de que no sois felices con el amor, os revolvéis furiosos contra é1. De la misma manera esperáis la felicidad de vuestros padres, o de vuestros hijos, o de un tío que tenéis en el Extranjero y que no escribe hace once años; y ante el desmoronamiento de vuestros sueños, maldecís de los padres, de los hijos y del tío Extranjero. O esperáis la felicidad de la Lotería Nacional, con el consecuente y lógico desencanto. O esperáis la felicidad de un nuevo Gobierno, lo que os arrastra a vivir en un perpetuo deseo de crisis. O, en fin, esperáis la felicidad de un cambio de régimen político y ensangrentáis vuestras manos en el charco rojo de las revoluciones para caer luego en la pesadumbre de haber cometido crímenes inútiles.
"Ahora es de mi de quien esperáis la felicidad"
¿En qué lugar me catalogáis entonces? ¿Como tío del Extranjero o como Presidente de la República? ¿Como Lotería Nacional o como compadre de Stalin? (RISAS QUE SE PROLONGAN UN BUEN RATO.)
"La felicidad (CONTINUA DIOS) os la di yo también cuando os di la Vida y la Muerte, la Conciencia, la Inteligencia, la Voluntad, el Entendimiento, la Memoria, la facultad sexual y la Procreación; los Sentidos, el Dolor y el Placer, y todo lo Creado. La felicidad está en eso.
"La felicidad brota espontánea de cualquiera de esas partes y también del todo. La felicidad se consigue manejando discretamente cada uno de esos elementos, y también todos a la vez...
"Pero ¿tengo yo la culpa de que vosotros manejéis esos elementos, y el todo de un modo idiota? No. Yo no tengo la culpa. La culpa es vuestra. (GRANDES RUMORES).
"Razonad conmigo unos instantes, aunque me consta que ni aun así os vais a convencer de que la culpa es vuestra... (SILENCIO EXPECTANTE.) Tomemos al azar uno de esos elementos que yo os he dado y que encierran la felicidad y examinémoslo. Tomemos el que más interés ha despertado en vosotros: la facultad sexual y su emocionante consecuencia, la Procreación. Yo os lo di para que fuerais felices con él. Yo ideé el separar las almas de los cuerpos, que es dolor, para que vosotros los unierais en el abrazo de los sexos que es placer, placer extraordinario y maravilloso y en el cumplimiento de mi idea hay una felicidad. ¿Pero tengo yo la culpa de que vosotros practiquéis uniones disparatadas o estúpidas o extraviadas? ¿Tengo yo la culpa de que elijáis mal? ¿O de que os hartéis mañana de lo que habeis elegido ayer? ¿O de que os unáis sin previa elección? (RUMORES TEMPESTUOSOS EN LAS MULTITUDES.) "Yo ideé la Procreación, que es dolor, para lograr el exquisito resultado de que perpetuarais vuestro amor y vuestras vidas en el Hijo: lo cual es placer, placer incomparable y felicidad como no hay otra. Pero ¿qué culpa tengo yo de que os pesen los hijos? ¿Qué culpa tengo yo de que hayáis complicado la vida de manera que los hijos resulten para vosotros una carga? ¿O qué culpa tengo yo de que os unáis sin desear el hijo? ¿Y de que hayáis hecho del amor una frivolidad. ¿Y de que evitéis los hijos con lavados post coiturn, con pastillas ácidas, con abluciones ováricas? ¿Qué culpa tengo yo, en fin, de que de una felicidad purísima hayáis hecho vosotros un amontonamiento asqueroso?" (PROTESTAS HOSTILES EN ALGUNAS MASAS, AHOGADAS POR LOS SISEOS DE LAS MAYORÍAS)
(DIOS CONTINUA ASI) :
"Todo, todo, absolutamente todo cuanto os di y puse dentro de vosotros y alrededor de vosotros lo puse para que de ello extrajeseis la felicidad, y vosotros habéis sido tan torpes que habéis extraído de todo la desgracia. (NUEVOS RUMORES RUIDOSÍSIMOS). Os di la Inteligencia para que vierais claro que la felicidad está en la sencillez de la vida y vosotros habéis utilizado la Inteligencia para aspirar a más, siempre a más, y con el nombre de Progreso habéis inventado máquinas, doctrinas, costumbres, teorías, sentimientos, ideas, objetos e instituciones que sólo os sirven para envenenaros la existencia y hacerla agria, difícil problemática, indomable.
"Os di el campo como recreo de vuestra vista y como elemento vital y vosotros lo habéis llenado de letreros anunciando marcas de automóviles... Y estropeáis con presas y canales la salvaje belleza de los ríos, y echáis abajo los árboles para construir muebles cursis, y matáis preciosos pájaros para que se engalanen con sus plumajes media docena de prostitutas en los cuadros finales de las Revistas. Yo os di una Naturaleza feliz y habéis hecho de ella una cosa triste y utilitaria. Yo os di los Sentidos para que gozarais de ellos y vosotros extraviáis vuestros sentidos. Yo os di la Voluntad para que lograrais la dicha del trabajo y vosotros la habéis empleado en lograr la desgracia del vicio. Todo cuanto os di para ser bien usado lo habéis usado mal y en lugar de felicidad encontráis amargura... ¿A quién podréis culpar, más que a vosotros mismos, de todo esto? ¿A quién podréis culpar —poniendo ejemplo— de esa preciosa facultad del alma que es la Memoria, si en lugar de utilizarla para recordar las tristezas del pasado, lo cual os haría feliz el presente, la utilizáis para recordar el pasado venturoso, lo cual hace vuestro presente desdichado y tristísimo?"
"Y ahora yo os digo: no esperéis de mí la felicidad. No la esperéis de nadie. Para vosotros la felicidad es ya imposible" (ESTALLAN PROTESTAS TUMULTUOSAS QUE OBLIGAN A CALLAR A DIOS LARGUÍSIMO RATO. EL SEÑOR APROVECHA PARA BEBER UN NUEVO SORBQ DE AGUA, SIN QUE NI EN SU ROSTRO NI EN SU ACTITUD SE ADVIERTA EL MENOR SIGNO DE SORPRESA O DE ALTERACIÓN).

CONDENA

Cuando el tumulto cesó por completo, Dios prosiguió de esta manera:
"Si. La felicidad es ya imposible para vosotros. (NUEVAMENTE ESTALLAN LAS PROTESTAS). Es ya imposible, porque las condiciones de vida en que os habéis situado asfixian todo intento de felicidad, y, al mismo tiempo, vosotros ya no concebís la vida sino en las condiciones en que la tenéis.
"Estáis, pues, expuestos a desgracia perenne. (TUMULTO MAYOR QUE LOS ANTERIORES).
"Y mi palabra es ésta: ¡aguantaos, pues obra vuestra es todo...! (ESCÁNDALO INDESCRIPTIBLE, LA GUARDIA CIVIL SE VE OBLIGADA A PRACTICAR ALGUNAS DETENCIONES, CON LO CUAL EL ESCÁNDALO ARRECIA).
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