Carta de Nano Guerra
Lima, noviembre 25 de 2010
A los militantes de Fuerza Social
Estimados amigos:
Gracias a la generosa postulación de un grupo de militantes, estoy inscrito como pre candidato para las elecciones internas de Fuerza Social, en las cuales se elegirá al candidato presidencial del 2011. Una de las razones por las que decidí entrar en política es porque considero que desde el Estado se puede trabajar para mantener la vitalidad emprendedora y evitar que termine oprimida por la ineficiencia estatal. Pero sobretodo porque es necesario ponerle a nuestro país un rostro social inclusivo y democrático, defensor de los derechos humanos donde todos tengan oportunidad para generar riqueza.
Permítanme en esta oportunidad, por el respeto que ustedes se me merecen, aclarar la información tergiversada que sobre mi actividad profesional y política ha difundido el sector que anteriormente realizó una sucia campaña en contra de Susana Villarán, pretendiendo así detener el avance electoral de Fuerza Social en las próximas elecciones presidenciales.
Al respecto preciso que he sido un profesional al servicio de los gobiernos de Fujimori y Toledo. Debo admitir, como lo he expresado en los medios de comunicación, que lamentablemente durante mi juventud me equivoqué, al permanecer en el diario El Peruano en el primer gobierno de Fujimori, época en la que muchos apostábamos por el desarrollo del país, sin sospechar la corrupción y vulneración de los derechos humanos que había detrás.
Sobre mi pasado político, mi conducta profesional y mis valores personales, les puedo precisar que en 1990 me incorporé al equipo que relanzó el diario El Peruano, en un período en el que el gabinete ministerial estaba integrado por reconocidos miembros de izquierda como Gloria Helfer, Carlos Amat, Fernando Sánchez Albavera, entre otros. En este período, hicimos de El Peruano en un espacio plural, de divulgación tecnológica, cultural y científica; lo que se puede comprobar por la calidad y profesionalismo de sus columnistas y colaboradores.
En 1994, por un período de sólo ocho meses fui encargado de la dirección del diario, lo cual ha sido aprovechado por cierto sector para estigmatizarme como fujimorista. Lo lamentable es que hay quienes recogen esta versión ciegamente y caen en el juego de aquellos que temen el avance electoral de Fuerza Social
Lo que no se dice es que mi salida de El Peruano se debió a mi posición crítica al modelo neoliberal que buscaba imponer Carlos Boloña, mi opinión a favor de la sentencia de veinte años aplicada al Grupo Colina y el homenaje realizado por un año a José Carlos Mariátegui en El Peruano, al conmemorarse el centenario de su nacimiento. Tampoco se comenta que otra de las razones por la que fui apartado del diario fue que mi padre impulsó la candidatura de Javier Pérez de Cuellar.
Mi interés por trabajar en el sector público me llevó entonces a la SUNAT, donde realizamos un trabajo técnico durante la gestión de Adrián Revilla, que actualmente es Director de la Asociación Civil Transparencia. En este trabajo profesional se logró el posicionamiento de la institución como una de las más eficientes en esa época y un ejemplo en Latinoamérica. Sin embargo me vi forzado, por presiones directas del Fujimorismo, a salir de esa institución. Fui luego investigado con un grupo de funcionarios de SUNAT por el acto patriótico de filtrar la declaración de Montesinos a la prensa. Tampoco se dice que en el 2001 impulsé la candidatura presidencial de Jorge Santisteban de Noriega, ni que durante el gobierno de Alejandro Toledo fui Subdirector de Prompyme y conductor de televisión en Canal 7.
Lamento profundamente no haber tenido la perspectiva que sí tuvieron otros que tempranamente percibieron lo que ocurría detrás del fujimorismo. Siento no haber condenado contundentemente el autogolpe del 5 de abril de 1992 y haber creído, como muchos peruanos, que se estaban haciendo cambios necesarios y efectivos. Pero reitero, como lo he hecho en todas mis entrevistas que "No fui, no soy, ni seré fujimorista".
Me defino como un hombre progresista, emprendedor, de centro izquierda, no marxista y profundamente mariateguista, ideología que adopté desde mi adolescencia, en mis actividades en el Colegio Recoleta, comunidad juvenil de los Sagrados Corazones, y en la Juventud del Partido Socialista Revolucionario. En 1985 fui vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú y luego miembro de la Dirección Nacional y Comisión Política del Partido Socialista Revolucionario. Allí fui orientado por Leonidas Rodríguez Figueroa, Jorge Fernández Maldonado, Enrique Bernales, Alfredo Filomeno, Fernando Sánchez Albavera a quienes considero mis maestros y amigos.
Hace cerca de un año, a través de la Asociación Nacional de Emprendedores (ANDE) iniciamos un acercamiento con Fuerza Social, en la etapa en que se requería nuestro apoyo para asegurar la inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones. Posteriormente, no dudé en iniciar mi militancia activa durante la campaña de Susana Villarán, especialmente en los duros momentos cuando se agudizaron los ataques de los opositores. He asumido el compromiso de respetar y defender mi militancia con pasión. Invoco por ello un trato igualitario, de amigo, compañero que viene a sumar esfuerzos en esta organización política que tiene una clara orientación a la promoción de los emprendedores que generan riqueza y que permaneció en el Perú en épocas difíciles de hiperinflación y terrorismo.
Los últimos seis años de mi vida, he viajado por todo el Perú llevando un mensaje emprendedor y esperanzador. La última encuesta de Apoyo, a nivel nacional, me otorga humildemente un 2%, sin siquiera ser candidato, lo cual no sólo echa por tierra las críticas de los opositores sino que me anima a continuar sorprendiendo a los peruanos que empiezan a sentir que su voz se escucha y su voto decide, tal como lo demostró Susana en las elecciones municipales.
Soy un demócrata, un creyente del esfuerzo de nuestro pueblo y siempre he defendido mis ideas de manera honesta, transparente y sin ataques. Tengan la seguridad que en esa misma línea representaré los valores, los principios y los planteamientos programáticos de Fuerza Social. Un abrazo.
Con lo difícil que suele ser para nosotros aceptar a cualquiera que haya tenido vínculos con el fujimorismo, cumplimos con publicar esta carta. Nano es un buen tipo y creemos que hay darle la oportunidad de responder los ataques de esa madriguera que se hace llamar Diario Correo. Más alla de los hechos, corresponde a Ustedes el análisis del texto y si deciden o no, apoyar a este hombre emprendedor que pudo haberse equivocado pero al que no le vamos a mesquinar su evidente buena fe y el gesto de tratar de aclarar tanto entredicho. Queda como advertencia que si su candidatura prosigue, las acusaciones difamatorias se teñiran con el color de la insistencia con el que siempre actuan estos plumíferos.
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