miércoles, 29 de julio de 2009

DELIVERY CRIMINAL





En un juicio que tendrá lugar en Gran Bretaña, podría hacerse pública información sobre los “vuelos fantasmas” de la CIA
Daniel Tencer
The Raw Story
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Aspectos importantes del programa de “entregas extraordinarias” de la CIA –que sirvió para enviar a sospechosos de terrorismo a prisiones de determinados países para someterles a tortura- podrían pronto hacerse públicos, gracias al proceso en curso en Gran Bretaña en nombre de una persona que afirma haber sido una de las víctimas de tal programa.
Los abogados de Binyan Mohamed, quien pasó alrededor de siete años bajo detención estadounidense, cinco de ellos en Guantánamo, dijo que Jeppesen UK, una filial de Boeing, está dispuesta a presentar pruebas sobre los “vuelos fantasmas”, presuntamente organizados por la CIA, en aviones privados que actuaban de forma ilegal trasladando a sospechosos de terrorismo a lugares donde iban a ser torturados.
Según un
artículo del Guardian británico, la decisión de Jeppesen de no bloquear los detalles de su presunto papel en las entregas extraordinarias tiene “implicaciones legales de amplio alcance que podrían ayudar a sacar a la luz qué países y gobiernos conocían que la CIA estaba utilizando por todo el mundo sus bases aéreas para hacer desaparecer como por ensalmo a sospechosos de terrorismo”.
Jeppesen es también objetivo de un proceso judicial en Estados Unidos
lanzado en su día por la ACLU [siglas en inglés de la Asociación Americana para las Libertades Civiles] para –como señaló ésta- impedir que las corporaciones se beneficiaran del programa de entregas de la CIA.
Binyam Mohamed, nacido en Etiopía, solicitó estatuto como refugiado en el Reino Unido en 1994 y fue arrestado en el aeropuerto de Karachi, en Pakistán, en 2002, tras visitar Afganistán. Las autoridades estadounidenses y británicas sostienen que había admitido haber recibido entrenamiento en un campo para terroristas en Afganistán. Mohamed ha declarado que esa confesión fue conseguida en medio de las torturas.
En octubre de 2008, las autoridades estadounidenses retiraron las acusaciones contra Mohamed. Fue liberado del centro de detención en Guantánamo en febrero de este año. Los abogados de Mohamed están llevando a cabo una serie de acciones legales sobre su detención, incluyendo un proceso contra Jeppesen, y
otro contra el Departamento de Defensa de EEUU, con objeto de impedir que puedan destruirse pruebas de las torturas sufridas por Mohamed durante el tiempo que estuvo bajo vigilancia estadounidense.
La policía británica ha lanzado una investigación de las afirmaciones de Mohamed de haber sufrido torturas, tras las revelaciones de que el servicio británico de seguridad, el MI5, podría haber
participado en las torturas contra Mohamed y sustentado las preguntas de la CIA que acabarían haciendo que Mohamed confesara los “necesarios” crímenes.
Presiones de la CIA
El Daily Mail británico
informa que la CIA ha estado presionando a las autoridades del Reino Unido para que mantengan todo el secreto posible sobre las pruebas del caso de Mohamed.
El periódico afirma:
“La única prueba que los abogados de Milliband [David, Secretario británico de Asuntos Exteriores] han aportado es una carta, redactada sin firma y sin fecha, con el membrete suprimido, que, dicen, resume los puntos de vista de la administración del Presidente estadounidense Barack Obama.
En ella se afirma: ‘La revelación pública de la información contenida en los siete párrafos podría provocar serios daños a la seguridad nacional de EEUU y del Reino Unido.
Si llegara a determinarse que el Gobierno de Su Majestad es incapaz de proteger la información que le proporcionamos, aunque esa incapacidad esté motivada por su sistema judicial, tendremos necesariamente que revisar con el mayor cuidado la sensibilidad de la información que le proporcionemos en el futuro’.
Después de una orden judicial, los abogados del gobierno se vieron obligados a admitir que había recibido la carta un oficial no identificado del MI6, y que estaba escrita por alguien de la CIA.”
Un investigador de Reprieve, un grupo de activistas que apoya las acciones legales de Mohamed, le dijo al Guardian que la información realmente valiosa que se podría obtener del litigio de Mohamed no radica en qué líneas aéreas volaron con los sospechosos, sino qué países actuaron ilegalmente junto con Estados Unidos para torturar a los sospechosos.
El investigador dijo que “la CIA no podía haber actuado en solitario y el caso iba a cuestionar qué gobiernos fueron cómplices de las entregas extraordinarias”, informa el Guardian.
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